Las claves para elegir bien los zapatos para los bebés según los podólogos

Los pies de los bebés son muy delicados y están en constante crecimiento y cambio. Por eso, es fundamental elegir un calzado adecuado que se adapte a sus necesidades y que no interfiera en su correcto desarrollo. Los zapatos para bebés no son solo un complemento de moda, sino que tienen un papel importante en la prevención de posibles problemas y lesiones en el futuro.

Los podólogos infantiles son los profesionales que se encargan de cuidar la salud de los pies de los niños y de asesorar a los padres sobre el mejor calzado para cada etapa. En este artículo, te explicamos las claves que debes tener en cuenta para elegir bien los zapatos para los bebés según los podólogos.

¿A qué edad deben empezar a usar zapatos los bebés?

La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, como el clima, el entorno y el ritmo de desarrollo de cada niño. Sin embargo, la mayoría de los podólogos coinciden en que lo ideal es que el bebé pase la mayor parte del tiempo descalzo o con calcetines antideslizantes durante los primeros meses de vida, siempre que las condiciones lo permitan. De esta forma, se favorece el desarrollo psicomotor, se estimula el sentido táctil y se tonifican los músculos del pie. Además, se evita la compresión y la deformación del pie por un calzado inadecuado.

Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Pediatría de México, los bebés tienen una gran sensibilidad táctil exteroceptiva en los pies, lo que les ayuda a conocer el mundo que les rodea. Por eso, se recomienda que el bebé camine por diferentes superficies y terrenos para explorar y aprender.

No obstante, hay ocasiones en las que el bebé necesita usar zapatos, como cuando hace frío, cuando sale al exterior o cuando empieza a gatear o a caminar. En estos casos, se debe elegir un calzado que cumpla con ciertas características que veremos a continuación.

Un tipo de zapato para cada edad

No todos los zapatos son iguales ni sirven para lo mismo. Dependiendo de la edad y el nivel de desarrollo del bebé, se debe optar por un tipo de zapato u otro. A continuación, te mostramos algunos ejemplos:

Calzado para recién nacidos

Los zapatos para recién nacidos tienen una única función: proteger los pies del frío, la humedad y los golpes. Por eso, se recomiendan calcetines o patucos ligeros, preferentemente de algodón o lana. En estos casos, es importante que la puntera sea ligeramente redonda o cuadrada para que se adapte mejor a la forma del pie y la suela sea lisa y no supere los 2 o 3 mm. El interior del calzado debe tener un acabado suave, sin costuras, y la parte trasera debe ser alta para evitar que el pequeño pierda los zapatos.

Calzado para bebés que gatean

La principal función del calzado para los bebés que empiezan a gatear consiste en proteger los dedos y el talón de posibles golpes, así como de mantenerlos calentitos en los días fríos. Por eso se recomienda que los zapatos tengan refuerzos externos en la puntera o el talón, pero que sean flexibles y ligeros. El material debe ser transpirable y resistente, como la piel o el lona. La suela debe ser antideslizante y no muy gruesa, para que el bebé pueda sentir el suelo y equilibrarse mejor. El cierre debe ser fácil de poner y quitar, como el velcro o los cordones elásticos.

Calzado para bebés que caminan

Cuando el bebé da sus primeros pasos, el calzado adquiere una mayor importancia, ya que debe facilitar el desarrollo de la marcha y la estabilidad del pie. Por eso se recomienda que los zapatos tengan un contrafuerte firme y alto que sujete el talón y evite que se desvíe. La puntera debe ser amplia y redondeada para que los dedos puedan moverse libremente y no se deformen. La suela debe ser flexible y antideslizante, pero no muy blanda ni muy dura, para que amortigüe el impacto y permita el movimiento natural del pie. El material debe ser transpirable y resistente, como la piel o el lona. El cierre debe ser fácil de ajustar, como el velcro o los cordones.

¿Cómo elegir bien la talla de zapatos para tu bebé?

Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir los zapatos para tu bebé es la talla. Un zapato demasiado pequeño o demasiado grande puede causar problemas en el pie, como rozaduras, ampollas, callos, uñas encarnadas o deformidades. Por eso, es fundamental medir el pie del bebé con frecuencia y elegir el zapato adecuado.

Para medir el pie del bebé, puedes usar una cinta métrica o una plantilla de cartón. Lo ideal es hacerlo por la tarde, cuando el pie está más hinchado, y con el bebé de pie y apoyado sobre una superficie plana. Debes medir desde el talón hasta el dedo más largo y añadir unos 5 mm de margen. Luego, debes comparar la medida con la tabla de tallas del fabricante, ya que no todas las marcas usan el mismo sistema.

Para comprobar que el zapato le queda bien al bebé, puedes introducir tu dedo índice entre el talón y el zapato. Si entra con facilidad, significa que el zapato no le queda pequeño. También puedes presionar la puntera del zapato con el pulgar y el índice. Si notas que hay un espacio de unos 10 mm entre el dedo más largo del bebé y el zapato, significa que el zapato no le queda grande.

¿Cada cuánto tiempo deberías cambiar de talla de zapatos?

Los pies de los bebés crecen muy rápido, sobre todo durante los primeros años de vida. Por eso, es conveniente revisar la talla de los zapatos cada dos o tres meses y cambiarlos cuando sea necesario. No se recomienda usar zapatos heredados o prestados, ya que cada niño tiene una forma de pie diferente y el zapato puede estar deformado o desgastado.

En conclusión, elegir bien los zapatos para los bebés es una tarea importante que requiere tener en cuenta varios factores, como la edad, el desarrollo, la talla y el tipo de zapato. Los podólogos infantiles pueden ayudarte a resolver tus dudas y aconsejarte sobre el mejor calzado para tu bebé. Recuerda que unos zapatos adecuados contribuyen a la salud y el bienestar de los pies de tu hijo.