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Alimentos para embarazadas: qué comer y qué evitar en el verano

Cuatro grupos de alimentos que tomar en verano durante el embarazo y cuatro que es mejor evitar

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alimentos embarazadas
Mujer embarazada prepara ensalada.
Blanca Espada

La alimentación durante el embarazo es fundamental para garantizar la salud tanto de la madre como del bebé en gestación. En el verano, con las altas temperaturas y las vacaciones, es común que se presenten cambios en la dieta, lo que puede afectar la nutrición adecuada. Durante esta época del año, es esencial prestar atención a ciertos alimentos para embarazadas que pueden ofrecer beneficios específicos, así como a aquellos que es mejor evitar para prevenir problemas de salud.

La hidratación es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el verano. El calor incrementa la necesidad de líquidos, y una correcta hidratación es crucial para evitar complicaciones como la deshidratación, que puede ser peligrosa durante el embarazo. Además, una alimentación equilibrada y segura puede ayudar a prevenir problemas digestivos y garantizar un desarrollo óptimo del feto. Conozcamos entonces a continuación, todo sobre los alimentos para embarazadas: qué comer y qué evitar en el verano.

Alimentos recomendados para embarazadas en el verano

Frutas y verduras frescas

Las frutas y verduras frescas son indispensables en la dieta de una embarazada, especialmente en verano. No sólo son ricas en vitaminas y minerales esenciales, sino que también proporcionan una buena cantidad de agua, ayudando a mantener la hidratación. Frutas como el melón, la sandía, las fresas y las cerezas son excelentes opciones. Las verduras como el pepino, la lechuga y el apio también son altamente recomendables por su alto contenido de agua y nutrientes.

Proteínas magras

El consumo de proteínas es vital para el desarrollo del bebé. Durante el verano, las proteínas magras como el pollo, el pavo y el pescado son opciones saludables. El pescado, en particular, es rico en ácidos grasos omega-3, que son importantes para el desarrollo cerebral del feto. Sin embargo, es esencial elegir variedades de pescado con bajo contenido de mercurio, como el salmón y la trucha.

Lácteos

Los productos lácteos son una fuente crucial de calcio y vitamina D, necesarios para el desarrollo de los huesos del bebé. En verano, los yogures naturales y los batidos pueden ser opciones refrescantes y nutritivas. Es importante optar por versiones pasteurizadas para evitar el riesgo de infecciones.

Granos enteros

Los granos enteros, como la avena, el arroz integral y la quinoa, proporcionan energía sostenida y son ricos en fibra, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento, un problema común durante el embarazo. Estos alimentos también contienen nutrientes esenciales como el hierro y las vitaminas del complejo B.

Alimentos a evitar durante el verano

Pescados con alto contenido de mercurio

Aunque el pescado es una fuente importante de nutrientes, algunos tipos contienen altos niveles de mercurio, que pueden ser perjudiciales para el desarrollo del sistema nervioso del feto. Es recomendable evitar peces como el pez espada, el tiburón y el atún rojo.

Comidas y bebidas con cafeína

La cafeína en exceso puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo y bajo peso al nacer. Durante el verano, es fácil recurrir a bebidas como el café helado y los refrescos para mantenerse fresco, pero es mejor limitar su consumo. Las embarazadas deben optar por alternativas como infusiones sin cafeína o jugos naturales.

Alimentos crudos o insuficientemente cocidos

El riesgo de infecciones alimentarias aumenta con el consumo de alimentos crudos o mal cocidos, como carnes, huevos y pescados. Estas infecciones pueden ser especialmente peligrosas durante el embarazo. En verano, es crucial asegurarse de que todos los alimentos estén bien cocidos y evitar comidas como sushi, carpaccios y mayonesas caseras.

Productos lácteos no pasteurizados

Los productos lácteos no pasteurizados pueden contener bacterias peligrosas como la Listeria, que pueden causar complicaciones graves durante el embarazo. Es importante elegir siempre productos pasteurizados y evitar quesos blandos no pasteurizados como el brie y el camembert.

Consejos adicionales para un verano saludable

Mantener una hidratación adecuada

La hidratación es fundamental en el verano. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, y aumentar esta cantidad si se está expuesta al sol o realizando actividades físicas. Las infusiones frías y el agua de coco pueden ser buenas alternativas para mantenerse hidratada.

Comer pequeñas porciones con frecuencia

Durante el verano, es mejor comer porciones pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas. Esto ayuda a mantener los niveles de energía y evita problemas digestivos. Los snacks saludables como frutas frescas, nueces y yogur pueden ser muy útiles.

Evitar exponerse al sol en exceso

Aunque es importante obtener vitamina D del sol, la exposición excesiva puede ser peligrosa. Las embarazadas deben usar protector solar, sombreros y ropa ligera para protegerse, y tratar de evitar salir durante las horas de mayor intensidad solar.

Mantener una actividad física moderada

El ejercicio moderado es beneficioso durante el embarazo, incluso en verano. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ser excelentes opciones. Es importante escuchar al cuerpo y evitar el sobreesfuerzo, especialmente en días muy calurosos.

En conclusión, una alimentación adecuada y equilibrada, junto con hábitos saludables, son esenciales para garantizar el bienestar de la madre y el bebé durante el verano. Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de una estación estival saludable y placentera.

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