«¡Pedro Sánchez, hijo de puta!»: el grito que cerró por todo lo alto una macrofiesta en Palma
La política se cuela en la pista de baile: cientos de jóvenes corearon insultos contra el presidente
Todo estalló durante el cierre del evento ‘Bonitx’ en una conocida discoteca de Mallorca


Lo que empezó como una noche de música, luces y buen rollo terminó con un inesperado giro político. En plena euforia del closing party del evento Bonitx, celebrado en una de las discotecas más conocidas de Palma, cientos de jóvenes interrumpieron el ritmo para lanzar un mensaje alto y claro al presidente del Gobierno: «¡Pedro Sánchez, hijo de puta!», gritado al unísono por buena parte del público, en una escena que mezclaba política, fiesta y una pizca de indignación espontánea.
El cántico, que por un instante pareció parte del remix, sorprendió a más de uno… aunque no del todo. Los abucheos al líder del Ejecutivo se han vuelto casi un clásico de los eventos públicos en los últimos meses, pero lo curioso en esta ocasión es el lugar y el momento: una macrofiesta dirigida a la gente «guapa, divertida y transgresora» se convirtió, por unos minutos, en un espacio de protesta improvisada, con más ritmo que protocolo.
Los hechos ocurrieron ya entrada la madrugada, con la discoteca a rebosar y más de un millar de jóvenes bailando sin parar. Justo en uno de los momentos álgidos de la noche, en lugar de subir las manos al aire, muchos decidieron alzar la voz para expresar su rechazo hacia Pedro Sánchez, en medio de una pista repleta de brillo, y DJ sets. La crítica, aunque en términos poco diplomáticos, iba dirigida a la gestión del Gobierno y a los recientes escándalos de corrupción que lo rodean.
Lo más llamativo fue el perfil de quienes protagonizaron el episodio: jóvenes de entre 18 y 30 años, supuestamente más interesados en el precio de la cerveza que en la política nacional. Sin embargo, parece que el hartazgo social no entiende de edades ni de horarios. En esta ocasión, la indignación se coló entre temazos electrónicos, botellas fluorescentes y vestimenta de festival, demostrando que la política también baila.
Pese al encendido momento, no se produjo ningún altercado. El evento transcurrió con total normalidad y un comportamiento ejemplar por parte de los asistentes. Una noche de fiesta que dejó tras de sí no solo resacas, sino también titulares. De momento, el presidente del Gobierno no se ha pronunciado al respecto, aunque quizá ya estén buscando DJs menos polémicos o, al menos, menos coreables.
Hace unas semanas, en la plaza de Toros de Muro (Mallorca), el presidente también fue abucheado.