Baleares perderá este otoño la mitad de los examinadores de Tráfico y quedarán sólo ocho
El resto se trasladará a otras comunidades por el elevado coste de vida del archipiélago
Su marcha desbordará la inacabable lista de espera de 8.000 personas para sacarse el carnet


Baleares perderá este otoño la mitad de los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) y quedarán sólo ocho tras materializarse el concurso de traslados solicitado por los funcionarios, que buscan destinos en otras comunidades ante la imposibilidad de asumir el elevado coste de vida del archipiélago, y la jubilación de dos de ellos.
La situación en Menorca e Ibiza es aún más crítica, puesto que cuentan sólo con un examinador fijo y uno que debe desplazarse para examinar dos veces al mes.
Estos hechos acaban conduciendo a cifras desorbitadas de listas de espera para examinarse, que en el momento actual rondan en torno a 8.000 alumnos, lo que deriva en períodos de espera excesivamente extensos, que pueden llegar a prolongarse hasta los seis meses.
Esta situación afecta especialmente a los jóvenes que no pueden iniciar sus clases prácticas o presentarse al examen de circulación, tras aprobar el teórico debido a la escasez de examinadores, una situación agravada con el tiempo y que ya afecta directamente a las oportunidades laborales y formativas de los aspirantes.
Como sucede en otros servicios públicos estatales en torno al 90% de los funcionarios destinados en las Islas Baleares acaban marchando por carencia de incentivos, dado que el plus de insularidad por parte del Gobierno de Pedro Sánchez es insuficiente para compensar el elevado coste del nivel de vida en el archipiélago, por lo que los examinadores a menudo terminan solicitando el traslado a la Península como ahora ha sucedido en bloque.
Esta carencia de examinadores provoca un grave perjuicio a los afectados que ven como salen perjudicados en su derecho de realizar la prueba de circulación en un plazo de tiempo razonable y poder obtener así la licencia correspondiente.
Las otras grandes perjudicadas son las autoescuelas, que ante la carencia de examinadores y la reducción del número de exámenes realizados tienen un menor volumen de trabajo potencial, por la menor cantidad de alumnos que se podrán presentar.
Al ser Baleares un territorio insular, afronta dificultades añadidas en materia de conectividad en comparación con los territorios peninsulares.
A ello hay que añadir que una elevada cantidad de ofertas laborales requieren, o como mínimo, valoran muy positivamente a los candidatos que acrediten un permiso de conducir vigente.
La situación actual estaría vulnerando el derecho de la ciudadanía balear a un servicio público de calidad y dificultará la movilidad interna de personas y mercancías.
Sin una actuación urgente, el número de aspirantes en espera podría duplicarse antes de finalizar el año, según estimaciones del sector.
Ante esta situación, el PP considera imprescindible que el Gobierno de Sánchez aumente con carácter urgente, la dotación de recursos destinados a las Islas Baleares de cara a poder ampliar la plantilla estructural de examinadores, y mejorar las condiciones laborales de los mismos así como a la implementación de incentivos adicionales por asegurar la permanencia de éstos en las Islas Baleares.
Una iniciativa que los populares han presentado al Parlament en la que reclaman que se despliegue de forma temporal mientras no se cubran las vacantes, equipos itinerantes de refuerzo, contratación de interinos y extensión de horas extraordinarias, para hacer frente a la demanda actual.