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El Ayuntamiento de Palma pide explicaciones a la dirección de los jesuitas por el abandono de Montesión

El Consistorio ha preguntado cuáles son los motivos para que aún no se hayan iniciado las obras de restauración de la iglesia

De los diez jesuitas expulsados, siete han ido a la Península y tres a la enfermería de los franciscanos de La Porciúncula

Montesión Palma obras jesuitas
Colegio Montesión de Palma.
Pedro Serra

El Ayuntamiento de Palma gobernado por Jaime Martínez (PP) ha pedido explicaciones a la Compañía de Jesús por las obras de restauración del convento y la iglesia de Montesión que todavía no se han ejecutado. En concreto, se trata de un proyecto de reforma de las edificaciones que lleva más de dos años con licencia pero que los jesuitas siguen sin iniciar.

La restauración de la iglesia de Montesión iba a correr a cargo de la empresa Xicaranda, que en el año 2023 realizó un exhaustivo estudio sobre el templo del colegio, ubicado en el casco antiguo de la capital balear. Según las primeras estimaciones, las obras iban a estar finalizadas aproximadamente en septiembre de 2025. Sin embargo, el tiempo pasa y todavía no hay rastro de ninguna reforma iniciada.

Es por ello que el Ayuntamiento palmesano ha enviado una comunicación a la Compañía de Jesús y ha preguntado cuáles son los motivos para que aún no se hayan iniciado las urgentes obras de reparación y consolidación arquitectónica de las edificaciones de Montesión que fueron presentadas y que el propio Ayuntamiento de Palma aprobó.

Este pasado viernes 13 de septiembre se culminó la definitiva expulsión de la Compañía de Jesús de Montesión tras casi cinco siglos de presencia en la isla de Mallorca. El colegio, de 464 años de historia, ahora sólo acoge a los alumnos de Bachillerato, aunque este será el último curso, mientras que la zona residencial del edificio donde se encontraban los diez jesuitas ha quedado totalmente vacía.

Los 10 jesuitas de Montesión y sus destinos

A pesar de que el proyecto de reforma del convento contemplaba unas nuevas dependencias para los miembros de la comunidad, los diez jesuitas, todos mallorquines menos uno, que quedaban en el colegio de Montesión de Palma ya se han marchado hacia sus destinos. Siete de ellos han viajado hacia la Península, mientras que tres se han marchado a la enfermería de los franciscanos de La Porciúncula.

  • Nicolás Pons Llinás (97 años): Enfermería de los franciscanos de La Porciúncula
  • Jaume Mairata Batle (94 años): Enfermería de los franciscanos de La Porciúncula
  • Bernardino Seguí Mairata (93 años): Valencia
  • Guillermo Riera Planisi (89 años): Alcalá de Henares
  • Miguel Garau Horrach (87 años): Enfermería de los franciscanos de La Porciúncula
  • Miguel Llauger Barceló (86 años): Alcalá de Henares
  • Norberto Alcover Ibáñez (85 años): Valencia
  • Antonio Judas Moreno González (81 años): Valencia
  • Manuel Fortuny Salas (80 años): Enfermería de Sant Cugat
  • Joan Jaume Gili (80 años): Lleida

Cabe recordar que todo este largo proceso que ha culminado este 13 de septiembre ha provocado la indignación de buena parte de la sociedad palmesana y de los antiguos alumnos del centro hasta el punto de convocar protestas frente a las puertas de Montesión de Palma para mostrar su rechazo a la expulsión de los jesuitas y a lo que muchos llaman una «operación especulativa».

Cabe recordar que se ha cedido por 70 años toda la Manzana de Montesión a Víctor Pradera, un empresario asturiano que asumirá la restauración arquitectónica y artística del convento y la creación una residencia para mayores. Una operación que ha sido muy criticada por la Asociación de Antiguos Alumnos de Montesión al asegurar que se ha hecho sin transparencia y en secreto.

En proceso la declaración de Montesión como Bien de Interés Cultural (BIC)

Por otro lado, sigue en proceso la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la Manzana de Montesión por parte del Consell de Mallorca. En relación a esto, la Asociación de Antiguos Alumnos ha solicitado a la Dirección de Patrimonio Histórico que «aceleren en todo lo posible sus procedimientos y trabajos, al objeto de que se conozca cuanto antes cual es el patrimonio (mobiliario e inmobiliario) que, a juicio de la Dirección
de Patrimonio Histórico, vaya a formar parte del B.I.C».

Una vez se consiga esto, a partir de ese momento cualquier actuación que se tenga que hacer dentro de la zona histórica tiene que tener el visto bueno del Consell, que determinará qué tipo de actuación está permitida y qué tipo de actuación no está permitida.

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