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Los jesuitas abandonan Mallorca después de cinco siglos y cierran el convento de Montesión

La avanzada edad de los diez padres que permanecen en Palma hace inviable la continuidad de la comunidad

Serán trasladados este mismo verano a otras casas de la compañía en la península

El convento de Montesión fue fundado en 1561 por un grupo de jesuitas procedentes de Roma

Jesuitas abandonan Mallorca
Celebración de un evento en el claustro del Convento de Montesiòn.
Miquel Ángel Font

Los jesuitas abandonan Mallorca después de cinco siglos de presencia en el convento de Montesión, en pleno centro histórico de Palma. El motivo no es otro que la avanzada edad de los padres que todavía permanecen en el convento. De los diez jesuitas, ocho son dependientes y requieren asistencia. El domingo de la pasada semana falleció el padre Feliu.

El padre provincial de los jesuitas, Enric Puigròs, ya ha comunicado a los miembros de la comunidad de Montesión el inminente cierre del convento, que se producirá durante los meses de verano. También se lo ha comunicado al obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.

La marcha de los jesuitas de Mallorca coincide con el próximo cierre del Colegio de Montesión de Palma y su traslado a Son Moix, en las afueras de la ciudad. El nuevo colegio está en fase de construcción y será inaugurado en otoño de 2025.  Todo esto forma parte del denominado Plan Montesión.

Cuando en el 2019 se diseñó el Plan Montesión, ya se sabía que la comunidad de los jesuitas en Palma estaba en fase de extinción y que tarde o temprano tendría que abandonar la isla. La primera fase del Plan Montesión es precisamente el traslado a Son Moix, para a continuación comenzar las obras para convertir el convento en una residencia de la compañía. En segundo lugar y en paralelo a las obras de Son Moix para el nuevo colegio se debe iniciar la restauración de la parte histórica y se preparará el chasis del futuro museo.

Toda la manzana del colegio y el convento de Montesión, incluida la iglesia, ha sido cedida al empresario asturiano Víctor Madera durante un periodo de 60 años. El empresario asturiano, presidente ejecutivo del Grupo Quirón, asumirá la restauración arquitectónica y artística del convento y la creación una residencia para mayores.

Ahora, lo más inminente es la marcha de los jesuitas. Los diez jesuitas serán trasladados a otros conventos de la península y varios de ellos a algunas de las seis enfermerías que dispone la Compañía de Jesús en España.

El padre provincial se traspalará a Palma el próximo día 12 para concretar con los jesuitas de Montesión su traslado a otras casas de la compañía el cierre definitivo de uno de los conventos más emblemáticos de Palma tras sus cinco siglos de historia.

El hasta ahora superior de los jesuitas en mallorca, el padre Javier Monserrat, ya ha abandonado el cargo y el pasado sábado fue trasladado a San Cugat a consecuencia del inminente cierre del convento de Palma.

El padre Monserrat ha comentado a OKDIARIO que la marcha de los jesuitas ha resultado inevitable porque los padres que actualmente quedan en Palma ya no están en condiciones de seguir en el convento debido a su edad y estado de salud y ante la imposibilidad de destinar a Mallorca jesuitas más jóvenes.

El padre jesuita Abel Toraño , delegado de la Plataforma Apostólica Ebro, ha dirigido una carta a la comunidad educativa del colegio de Montesiòn en los siguiente términos: «Aunque la comunidad no siga viviendo en la isla, quisiéramos dejar claro que la Compañía de Jesús no abandona su misión aquí, sino que seguirá comprometida y trabajando en red para llevar adelante su proyecto apostólico en Palma de Mallorca».

«Comprendiendo la tristeza que esta noticia despierta no sólo en los jesuitas que han pasado largos años y consagrado su vida y misión aquí, sino también en quienes han confiado y apoyado siempre dicha misión y en la propia sociedad mallorquina, es momento también de agradecer la larga presencia de los religiosos en la isla», prosigue la carta.

Fue en 1561 cuando llegó en barco a Palma un grupo de jesuitas desde Roma enviados por el entonces general de compañía. En Roma estaba Jerónimo Nadal, que era mallorquín y que presionó mucho para que los jesuitas se instalaran en Mallorca.

El Ayuntamiento les recibió con los brazos abiertos y les regaló una capilla que albergaba un valioso retablo gótico. Ocuparon unas casitas que había en el mismo lugar y con el tiempo fueron comprando toda la manzana de Montesión. La iglesia se inició a finales del XVI y se terminó en 1682.

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