El alcalde Hila exige al personal de limpieza de las guarderías el mismo nivel de catalán de un médico
Endurece los requisitos para el acceso a puestos base de la administración mientras altos cargos carecen de titulación
El nivel de dominio de catalán exigido es superior al de los barrenderos del servicio municipal de limpieza de Palma
Hace un año el Govern de Armengol eliminó este requisito al no encontrar personal para limpiar colegios e institutos
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Mientras altos cargos del equipo de gobierno no cuentan con nivel alguno de dominio de lengua catalana, el alcalde de Palma, el socialista José Hila, aumenta las exigencias de dominio de catalán para acceder a los puestos de trabajo base del Consistorio palmesano.
Así para poder aspirar a un trabajo temporal de limpieza en las guarderías municipales el Patronato de Escuelas Infantiles de Palma, exige a los interesados estar en posesión del certificado B1 de catalán que acredita un nivel de dominio hablado y escrito de esta lengua.
Es el mismo, por ejemplo, que el Govern balear desde la llegada de la socialista Francina Armengol a la Presidencia del Ejecutivo autonómico, les requiere a médicos y enfermeras (B1), y que ha obligado a muchos profesionales del sector sanitario de las Islas a trasladarse a la Península ante la falta de la titulación requerida de catalán. En el caso de los trabajadores de la limpieza de las guarderías de Palma, la oferta laboral publicada por el Ayuntamiento en el Servicio de Ocupación de Baleares (SOIB) incluye además del requisito de catalán, estar en posesión del Graduado Escolar o de de Educación Secundaria Obligatoria.
El año pasado, el Govern de Armengol, tuvo que eliminarlo, tras el estallido de la pandemia, en los bolsines de limpieza de centros docentes de Baleares. La falta de personal que generó su inclusión impedía atender las necesidades básicas de colegios e institutos en materia de limpieza e higiene.
Pero en el caso del Ayuntamiento de Palma las bases de la convocatoria para limpieza de guarderías proceden de la Concejalía de Educación, Política Lingüística y Memoria Histórica liderada por el catalanista, Llorenç Carrió (Més per Palma), inflexible en todo lo concerniente a la imposición del monolingüismo catalán.
Nada más aterrizar en el Ayuntamiento de Palma en 2015, tras rubricar el pacto con socialistas y populistas de Unidas Podemos, la primera decisión en materia educativa de los nacionalistas de Més fue, entre otras, la de erradicar el castellano de los premios literarios Ciutat de Palma de novela y poesía. Si hasta la fecha, estos galardones compartían espacio, con premios en catalán y en castellano, desde hace seis años, son coto privado en exclusiva de los escritores catalanes.
Una lengua que desde entonces es la única de referencia de comunicación de la administración municipal con los ciudadanos, de uso obligado de todos los concesionarios y proveedores de servicios del Ayuntamiento, y requisito imprescindible, para acceder a cualquier puesto de trabajo público en el Consistorio o en las empresas municipales.
Es el caso de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) donde desde la legislatura pasada, los barrenderos tienen que acreditar estar en disposición de la titulación básica de catalán (A2). Un requisito impuesto por otra concejala nacionalista, en este caso, la edil de Urbanismo, Neus Truyol. Pero mientras a los barrenderos se les requiere la pertinente titulación de catalán, el gerente de la compañía, el ingeniero Manuel José Menéndez, ni necesitó de ella para acceder al cargo, ni dispone de ninguna, al ser exonerado de este requisito por el gobierno municipal.