El sospechoso de rociar con ácido a dos chicas tumbó de un puñetazo a un policía en una discoteca en 2015

La Policía Nacional detiene a dos jóvenes por tenencia de armas en Marbella
Agente de la Policía Nacional.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan la búsqueda del joven que atacó presuntamente con un bote de ácido a su exnovia y una amiga de ésta en la localidad malagueña de Cártama. El sospechoso acumula un amplio abanico de delitos y propinó un puñetazo a un agente de policía en 2015.

Los hechos tuvieron lugar en una discoteca de Mijas (Málaga), cuando la Policía Nacional se presenció en el local para controlar que el hombre cumplía una orden de alejamiento solicitada por otra expareja anterior y víctima de violencia de género. El agresor también amenazó de muerte a varios agentes.

Este miércoles ha sido hallado su vehículo en la zona de Mijas después de una persecución que comenzó a la altura del municipio malagueño de Casabermeja y que se prolongó durante unos 50 kilómetros. Tras averiarse su coche, logró darse a la fuga a pie.

Las jóvenes rociadas con ácido este martes permanecen ingresadas en estado de gravedad con serias quemaduras que requerirán operaciones de cirugía e injertos de piel. La que fuera su novia continúa muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y su amiga, estable dentro de la gravedad en la Unidad de Quemados del Hospital Regional de Málaga

Fue condenado a tres años de cárcel

El joven tiene una orden de busca y captura por atentado contra la autoridad y acumula siete órdenes de detención por delitos de diversa gravedad.

El joven tiene sentencias condenatorias firmes por delitos de tráfico de drogas y atentados contra la seguridad vial: ha sido cazado por conducir sin carné hasta en cinco ocasiones. Acumula también investigaciones por malos tratos, amenazas, robo con fuerza e intimidación en casa habitada y pertenencia a grupo criminal.

Sobre él recae una orden de busca y captura por las lesiones a un agente de la Policía Nacional en enero de 2015, por el que fue condenado a tres años de prisión en 2020.

En la condena relativa a estos hechos dictada por el Juzgado de lo Penal 6 de Málaga en 2018 y a la que ha tenido acceso Europa Press, se detalla que los hechos sucedieron dentro de una discoteca de la localidad malagueña de Mijas, mientras los agentes estaban realizando labores de protección de una víctima de violencia de género.

En ese momento, dice la resolución, localizaron al acusado y le solicitaron que se identificara, contestando éste «con amenazas de muerte» e instando al resto de personas presentes «contra la actuación de los agentes, con ánimo de menoscabar la integridad de estos».

Entonces, le «propinó un puñetazo en el ojo» a uno de ellos, «dejándole aturdido, circunstancia aprovechada por el acusado para seguir agrediendo al agente, siendo reducido por el resto de los policías». Dicho funcionario resultó herido y precisó asistencia facultativa.

Según el magistrado, en este caso concurren todos los elementos del delito de atentado a la autoridad, al considerar probado que llegó a agredir a uno de los agentes «de forma directa». Asimismo, se rechaza las explicaciones del acusado, que alegó que todo fue fruto de una confusión y que él fue el agredido.

Además, en la sentencia se entiende que existió «una intención de atentar contra agentes de la autoridad, siendo evidente que el acusado conocía de la condición de agentes de la autoridad de quienes le requerían para que depusiera su actitud». Los agentes señalaron que en ese momento el acusado estaba «muy violento y agresivo».

Según señalaron los agentes, el acusado «se volvió muy agresivo y con un tono chulesco y provocativo les amenazó con matarles, añadiendo que tenía capacidad económica y que le daba todo igual»; una actitud que rechazó el procesado. Su declaración «no ofreció credibilidad, pues si realmente hubiera existido una actuación policial desproporcionada no presentó prueba», especifica la sentencia.

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