Escena de película anoche en Marbella, con turistas como testigos y móvil en mano en esta pasarela junto a un restaurante. Los dos narcos dejan la embarcación y la droga y salen corriendo hacia el interior.
Algunas veces descargan los fardos con toda la tranquilidad del mundo, otras salen corriendo dejando la droga entre los bañistas cuando llega la policía. Para ellos ahora cuantos más turistas mejor, menos sospechas. La presión ahora en el Estrecho, con más vigilancia ha hecho que las vías de la droga viren hacia Marbella, y sin importar el público y la hora.