Marlaska ve «mala fe» en la víctima de ETA Jiménez-Becerril por cuestionar el acercamiento de presos
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha atacado este miércoles a Teresa Jiménez-Becerril, diputada del PP y hermana del concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez-Becerril, asesinado por ETA junto a su mujer en 1998.
Marlaska ve «mala fe» en Jiménez-Becerril por criticar la política de dispersión y considerar que pone en duda la derrota de la organización terrorista por los acuerdos de los herederos de ETA, EH Bildu, con el Gobierno: «Basta ya de oportunismo, de utilizar el terrorismo como arma de confrontación». Además, el ministro, que ha acercado ya a casi 150 presos etarras bajo el mandato de Sánchez, cree que la mencionada víctima de ETA ataca al Poder Judicial al cuestionar «el principio de legalidad» aplicado para el traslado de terroristas a prisiones vascas.
Así se ha pronunciado el ministro del Interior en una sesión de control al Gobierno en el Congreso donde ha respondido a las críticas de PP y Vox por el acercamiento de presos etarras y el acto de destrucción de armas organizado en dependencias de la Guardia Civil en Valdemoro (Madrid).
Grande-Marlaska, que ha defendido que siguen «criterios técnicos» para dichos traslados, ha señalado en referencia a Jiménez-Becerril que «en su intervención, usted hoy ha atacado al Poder Judicial, a los jueces, que también pusieron mucho en la derrota de la organización terrorista ETA». Además, le ha retado a que le lleve a los tribunales si cree que «actúa discrecionalmente» con su política penitenciaria.
«Usted hoy ha atacado a la autonomía del País Vasco dudando del cumplimiento de la legalidad, desconociendo que la transferencia será de la gestión penitenciario, no de la política penitenciaria y lo hace, evidentemente, con mala fe», ha continuado el ministro del Interior, en respuesta a Jiménez-Becerril.
«Hágame la pregunta ante un juez»
El titular del Interior ha defendido la aplicación del «principio de legalidad para vencer a la organización terrorista ETA y para aplicar la legislación penitenciaria» y también la celebración del acto en Valdemoro, negando que fuese de propaganda del Gobierno sino a petición del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que lo había reclamado al PP en 2017 como, según ha dicho, acto de «simbología máxima» en homenaje a las víctimas y dentro de los eventos previos a la inauguración de su nueva sede en Vitoria.
Teresa Jiménez-Becerril ha criticado el acto de destrucción de armas preguntándose si entre el arsenal estaba alguna de las empuñadas por el «terrorista Otegi», aludiendo al pacto del Gobierno de Pedro Sánchez con EH Bildu, motivo que le ha llevado a defender que «ETA no está derrotada».
La diputada del PP -largamente aplaudida por su bancada- le ha pedido a Grande-Marlaska que le mire a la cara y le ha acusado de «humillar» a las víctimas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como «pisotear el sacrificio de miles de españoles». También ha censurado el traslado de presos y el traspaso de la competencia de prisiones al Gobierno vasco «para que los terroristas salgan a la calle».
En su turno, Grande-Marlaska ha cuestionado la «valentía» del PP por los ataques dirigidos contra él por Jiménez-Becerril y antes por Marimar Blanco, ambas víctimas del terrorismo, a las que ha dicho que respeta, aunque matizando que sí puede confrontar con los políticos. «Ya sólo me queda decirle una cosa: si usted cree que este Gobierno está actuando discrecionalmente, no me plantee esta pregunta aquí, me la plantea ante un órgano judicial», le ha dicho.