EEUU instalará aduanas suyas en los aeropuertos españoles y colará Air Marshals en los vuelos
Con la globalización de la amenaza terrorista encima de la mesa, la seguridad nacional es un tema prioritario para la actual Administración norteamericana en sus relaciones exteriores. Por eso, el Departamento de Estado no ha querido dejar pasar la ocasión, a raíz de la visita del presidente Barack Obama a España, de dar un impulso a dos asuntos estratégicos para los intereses norteamericanos. Se trata de la inclusión de agentes federales de paisano, los Air Marshals, en los vuelos con origen y destino a Estados Unidos; y de la consecución de un acuerdo que permita la instalación en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid-Barajas de una aduana donde las autoridades estadounidenses realicen, en territorio español, el control fronterizo de pasajeros con destino a su país.
Ambos asuntos no han transcendido a causa de la interinidad del actual Ejecutivo del Partido Popular, pero se espera que puedan empezar a tomar forma a partir de septiembre si Mariano Rajoy consigue formar gobierno.
El Acuerdo sobre Preautorización de Pasajeros en Vuelos Comerciales se está negociando entre ambas administraciones desde finales del pasado año. Una negociación que incorpora, por parte española, a los Ministerios de Industria y Turismo, Interior y Asuntos Exteriores y Cooperación y, por parte norteamericana, a los funcionarios de la Embajada que dirige James Costos.
En la práctica, cuando se materialice el acuerdo, los pasajeros que quieran viajar a EEUU deberán armarse de paciencia a la hora de acudir al aeropuerto madrileño. A las habituales dos horas previas para el check-in se sumará el tiempo necesario para pasar el control fronterizo que actualmente se realiza en suelo estadounidense.
No obstante, el gran escollo que debe vencer este acuerdo son las repercusiones jurídicas que supone para España la creación de un «terreno de nadie» en territorio nacional. Fuentes gubernamentales consultadas por OKDIARIO apuntaron que, «de materializarse el acuerdo, implicaría una cesión de soberanía que arroja muchas incógnitas. Posiblemente, en un inicio, se decida ceder una zona del aeropuerto como experiencia piloto con un solo vuelo o un par de vuelos».
A través de este centro aduanero de preautorización se llevarían a cabo los mismos controles de inmigración, enseres, inspección de equipajes (de mano y de bodega) y de orden agrícola a los que son sometidos normalmente los viajeros a su llegada a Estados Unidos. Así, las molestias para el pasajero se adelantan al país de origen del vuelo, y su llegada a EEUU le permite entrar en suelo americano sin necesidad de ulteriores controles.
El modelo que, desde la Administración Obama, se persigue para España es el mismo que ya está instalado en Canadá, Emiratos Árabes, varias islas del Caribe y, dentro de Europa, en Irlanda.
Air Marshals armados en vuelos españoles
Pero mucho más inminente es la materialización del acuerdo entre ambos países que facilite la incorporación de agentes federales de paisano en vuelos comerciales con destino y origen en los Estados Unidos. Se trata de una medida de prevención ante eventuales atentados terroristas como los que desencadenaron el 11 de septiembre de 2001.
El cuerpo de Air Marshals fue creado por el presidente John F. Kennedy en 1961, pero adquirieron verdadera trascendencia a nivel mundial tras el 11S, cuando el número de sus agentes en activo pasó de 33 a los casi 4.000 que son en la actualidad.
«En realidad, ya sólo queda cerrar las negociaciones, que están muy avanzadas», aseguran desde el Gobierno. Una vez se dé luz verde al acuerdo, estos «policías federales» mezclados con el pasaje estarán autorizados a portar armas y a actuar ante una eventual situación de riesgo para la seguridad de los vuelos comerciales.