El parque de Sevilla lleno de zonas verdes y agua que es la opción perfecta para huir del calor
Un oasis natural para disfrutar del verano en un entorno refrescante
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Este parque de Sevilla, una de las ciudades más bonitas y visitadas de toda España, destaca por sus extensas zonas verdes y cuerpos de agua, ofreciendo un refugio ideal para escapar del sofocante calor del verano. Este espacio verde no sólo es un pulmón natural, sino también un lugar de recreo y encuentro para residentes y turistas. Los frondosos árboles proporcionan una sombra refrescante, mientras que los estanques y fuentes añaden una sensación de frescura y serenidad. Los caminos serpenteantes invitan a dar paseos tranquilos, y las zonas de césped son estupendas para relajarse o disfrutar de un picnic. Se trata de un testimonio vivo del compromiso de Sevilla con la sostenibilidad y la calidad de vida, ofreciendo un respiro del bullicio de la ciudad. Su cuidado diseño y la abundancia de elementos naturales hacen de este parque de Sevilla una opción perfecta para quienes buscan un escape refrescante y revitalizante en la época estival.
En realidad, son muchos los planes que se pueden hacer en la capital andaluza durante el verano. Uno de los más interesantes es visitar la imponente catedral, que puede presumir de ser el tercer templo más grande del mundo. Se construyó sobre lo que antes era una mezquita musulmana, de la que sobreviven elementos como algunas puertas, un patio y la Giralda., y en su interior alberga la tumba de Cristóbal Colón. Asimismo, también es un plan estupendo caminar sin rumbo por el barrio de Santa Cruz. Uno de los lugares más destacados es el Patio de Banderas. Este lugar era el antiguo patio de armas del Alcázar y, la antigua puerta de acceso, tenía banderas dibujadas. Hoy en día, es una curiosa plaza llena de naranjos y rodeada de casas donde vivieron personajes como el pintor Joaquín Domínguez Bécquer.
La Cañada de los Pájaros: el parque más top de Sevilla
La Cañada de los Pájaros, reconocida como Reserva Natural Concertada desde 1991, se ha convertido en un santuario para los amantes de la naturaleza. Originalmente una gravera, este espacio se ha transformado en un humedal protegido que acoge a cerca de 200 especies de aves, ofreciendo un refugio tanto contra el calor como un lugar educativo sobre la conservación de la biodiversidad.
La historia de este parque ejemplo de cómo la intervención humana puede restaurar y mejorar ecosistemas degradados. Lo que alguna vez fue una gravera se ha convertido en un humedal vibrante gracias a esfuerzos de conservación y gestión sostenible. Sin embargo, en los últimos, los biólogos han señalado los problemas derivados de las sequías, subrayando la necesidad de esfuerzos continuos en su conservación. Este modelo de recuperación ambiental no sólo beneficia a la fauna y flora locales, sino que también ofrece a ciudadanos y visitantes un espacio para disfrutar y aprender.
Ofrece una amplia gama de actividades para todos los públicos. Las visitas guiadas permiten a los visitantes conocer de primera mano las diversas especies de aves y entender la importancia de su conservación. Para los más jóvenes, se organizan talleres y actividades educativas que promueven el respeto y el amor por la naturaleza. Además, este entorno natural cuenta con áreas de sombra, espacios de descanso y caminos bien señalizados, haciendo de la reserva un lugar ideal para pasar un día inmerso en la naturaleza. El sonido de las aves y el suave murmullo del agua crean un ambiente relajante, perfecto para desconectar del ajetreo urbano.
Parque Nacional de Doñana
Este oasis sevillano es también un atractivo punto turístico, especialmente debido a su proximidad al Parque Nacional de Doñana, uno de los humedales más destacados y bonitos de Europa. Este Parque Nacional se distingue por una característica singular que lo hace excepcional: alberga una variedad de ecosistemas impresionantes.
Desde marismas y lagunas hasta pinares, dunas móviles, veras acantilados y 30 kilómetros de playas vírgenes, Doñana ofrece un espectáculo natural que cambia con cada estación del año. Este parque se extiende entre las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Cádiz, ofreciendo a los visitantes una experiencia única e inigualable.
El Parque Nacional de Doñana cuenta con varios centros de visitantes que son puntos de partida ideales para explorar sus maravillosos paisajes. El Centro de Visitantes El Acebuche es uno de los más completos, ofreciendo zonas de descanso y merenderos. Desde aquí parten dos rutas a pie: el sendero Laguna del Acebuche, que lleva a una laguna, y el sendero Lagunas La Huerta y Las Pajas, que transcurre entre pinares.
Además de sus humedales y marismas, cuenta con impresionantes ecosistemas de dunas. Estas dunas pueden ser móviles o fijas. Las dunas fijas se pueden apreciar recorriendo la Cuesta de Maneli, mientras que para disfrutar de las dunas móviles, nada mejor que pasear por las interminables playas de Doñana, como las de Matalascañas. Estas dunas y playas ofrecen un paisaje espectacular, añadiendo más encanto a este parque nacional.