Playas

Ni Canarias ni Baleares: España tiene sus propias islas Maldivas de aguas turquesas, y pocos la conocen

Islas Maldivas españolas
Aguas cristalinas de la Isla de Tabarca. Foto: Daniel Sancho en Flickr.

España goza de muchas playas hermosas, partiendo desde el Atlántico hasta el Mediterráneo. Por suerte, algunos de estos espacios permanecen ajenos al turismo de masas, conservando intactas sus condiciones naturales y su tranquilidad. Justamente, ese es el caso de un entorno insular que tranquilamente podría ser el equivalente español de las islas Maldivas.

En este rincón paradisiaco hay una mezcla de biodiversidad marina, construcciones históricas y paisajes de postal. Con un acceso limitado y un control riguroso de su conservación, esta isla ofrece una combinación única: aguas transparentes, playas poco concurridas y una atmósfera suspendida en el tiempo.

¿Cuál es el rincón mediterráneo que recuerda a las islas Maldivas por sus aguas cristalinas?

Esta vez toca hablar de la Isla de Tabarca, oficialmente conocida como Isla Plana o Nueva Tabarca, un enclave del Mediterráneo situado frente a la costa de Alicante. A poco más de 22 kilómetros de la ciudad, y a solo 8 del puerto de Santa Pola, se trata de la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.

Con una longitud reducida y un acceso restringido principalmente por mar, conserva características naturales y patrimoniales que la convierten en un lugar singular.

Administrativamente hablando, es un barrio de Alicante, aunque cuenta con su propio núcleo poblacional. En 2019 apenas residían allí 51 personas, cifra que varía con la llegada de turistas en temporada alta.

Lo que más llamó la atención recientemente no es sólo su historia ni su arquitectura, sino el color de sus aguas: una paleta de tonos que recuerda a las famosas islas Maldivas.

Playas y calas de aguas cristalinas en la Isla Tabarca

Las playas que nombramos a continuación son muy distintas entre sí, pero comparten una característica que ya anticipamos: las aguas cristalinas. Y es que, en cada una, el fondo marino es visible a varios metros de profundidad.

Playa de Levante

En el lado este de Tabarca se encuentra la Playa de Levante. Sus aguas poco profundas y arena clara ofrecen condiciones favorables para el baño.

Es la más accesible y cercana al núcleo urbano, lo que permite combinar descanso con servicios básicos como restaurantes y alquiler de material para actividades acuáticas.

  • Servicios: duchas, baños y zonas de sombra.
  • Gastronomía cercana: restaurantes con cocina local como el caldero tabarquino.
  • Actividades acuáticas: kayak, paddle surf y excursiones marítimas.

Cala del Francés

Más escondida y de menor tamaño, esta cala se sitúa al sur de la isla. De acceso menos directo, es habitual que quienes llegan lo hagan tras una breve caminata.

Esto permite que mantenga una atmósfera más tranquila. Las aguas son especialmente adecuadas para el snorkel, ya que la visibilidad permite observar bancos de peces y formaciones rocosas sumergidas.

  • Snorkel y buceo: fondos marinos con biodiversidad protegida.
  • Acceso: recorrido a pie desde el pueblo.
  • Entorno: más rocoso, alejado del núcleo urbano.

Playa de la Almadraba

Ubicada en una zona más tranquila, la Playa de la Almadraba destaca por su escasa profundidad y ambiente silencioso. Es menos frecuentada que otras zonas de la isla, lo que permite una experiencia de mayor aislamiento.

Las vistas hacia el horizonte y el sonido del mar constituyen su principal atractivo.

  • Público recomendado: familias o personas que buscan tranquilidad.
  • Condiciones del mar: ideales para nadar sin oleaje.
  • Paisaje: con vegetación costera y panorámicas del Mediterráneo.

Historia, arquitectura y conservación de Tabarca

Tabarca fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1964. En su perímetro aún se conserva parte de la muralla original, con tramos restaurados y tres puertas barrocas: la de San Rafael (al este), la de San Gabriel (al oeste) y la de San Miguel (en una pequeña cala).

Entre sus edificaciones destaca la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida en el siglo XVIII. También se conserva la Torre de San José, un edificio de planta cuadrada con función defensiva que en el siglo XIX fue usado como prisión.

El faro, de estilo neoclásico, fue inaugurado en 1854 y es hoy uno de los elementos más fotografiados de la isla.

En cuanto a su entorno natural, la Reserva Marina de la Isla de Tabarca fue la primera creada en España, en 1986. Su biodiversidad convierte sus aguas en un área prioritaria para la conservación.

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