Por qué ‘El rey león’ es la mejor saga en la historia de Disney

Disney está considerada como la máxima autoridad cinematográfica del cine de animación. Desde que en 1937 asentara las bases de lo que sería esta industria con ‘Blancanieves’, la factoría ha sido responsable de grandes obras que han pasado a la posteridad. Ahora bien, no hay saga que haya logrado equiparar la calidad de ‘El rey león’.

‘El rey león’ llegó a los cines en 1994 y se convirtió, para muchos, en una de las mejores cintas de la Casa del Ratón. Sin embargo, más allá del gran mérito que supuso la historia de Simba, la franquicia siguió su propio sendero y se estrenaron dos secuelas de notable nivel; así como un remake que apostó por la innovación tecnológica. Debido a ello, resulta de lo más embriagador realizar un pequeño repaso para analizar la trascendencia de la mejor saga de Disney hasta la fecha, sin contar, claro está, el sello de Pixar.

‘El rey león’, la película de oro en la época dorada

La década de los 80 no fue precisamente un camino de baldosas amarillas para la factoría de dibujos animados, quedando al borde a la ruina. No obstante, con la llegada de los 90, retomó el rumbo perdido y brilló como nunca: ‘Pocahontas’, ‘Aladdín’ o ‘La bella y la bestia’ son tan solo algunos ejemplos de las muchas obras maestras que nos regalaron en esas fechas. Eso sí, nadie estaba preparado para lo que estaba por llegar con ‘El rey león’.

Disney firmó su mejor obra y, hasta el día de hoy, no hay producción que se haya conseguido equiparar a su nivel cualitativo. La propuesta visual, la banda sonora y el guion de esta cinta sobrepasaron cualquier expectativa que se pudiera tener ante un filme de animación; denotando una maestría impecable sobre el género.

La película comienza con uno de los planos más emblemáticos de la historia del cine, para continuar con una canción imperecedera (una de las muchas que vemos en la obra). La muerte de Mufasa, los carismáticos Timón y Pumba o la voz de Elton John son tan solo algunos ejemplos de los muchos rasgos que convirtieron ‘El rey león’ en la maravilla que supuso en su día.

Pase el tiempo que pase, independientemente de que las tecnologías avancen, este filme seguirá siendo un motivo de orgullo para la compañía. Es el disfrute de la excelencia que no tiene pega alguna, valiendo por igual para grandes y pequeños en una velada cinematográfica con Disney+.

Secuelas notables que nadie esperaba

La gran mayoría de las secuelas de Disney eran películas de bajo presupuesto directamente lanzadas en VHS, relegadas al más oscuro de los olvidos. Sin embargo, con ‘El rey león’ no ocurrió así, presentando una segunda y tercera entrega que satisfizo lo que cabría esperar de la continuación de la saga.

‘El rey león 2: El tesoro de Simba’ es, probablemente, la única secuela de los 90 que merece la pena. En esta película conocemos al hijo de Scar que, buscando su sitio en el mundo, conocerá a Kiara, la hija de Simba. Una historia de amor que, si bien dista de lo alcanzado con la cinta original, brinda un filme más que satisfactorio para la audiencia infantil.

Con la tercera entrega, sorprendentemente, Disney volvió a innovar y a triunfar en el proceso. En lugar de seguir estirando la trama principal, la cinta dio un giro de 180º y optó por parodiar la primera parte. ¿El resultado? Una divertida reinvención de la franquicia, esta vez contada desde el punto de vista de Timón y Pumba, que no deja espacio alguno para el aburrimiento. Tal vez una de las mejores comedias de la compañía.

El poderío de los efectos especiales

Cuando la Casa del Ratón comenzó a relanzar todos sus clásicos, parecía impensable creer que ‘El rey león’ estaría entre sus candidatas. Pero a Disney no le tembló la mano y encargó a Jon Favreau (‘El libro de la selva’) el remake de su mejor obra.

Puesto que no había nada que corregir con respecto a la cinta de 1994, el director decidió hacer una película prácticamente igual a su fuente. Si bien es cierto que su propuesta pierde la magia alcanzada en su momento, contando con todo tipo de carencias emocionales; estamos ante una de las revoluciones más trascendentales del CGI. El realismo de la película de Favreau es sobrecogedor, demostrando todo el potencial al que es capaz de aspirar el cine en la era digital. Puede que nunca entre en las listas de los mejores filmes infantiles; sin embargo, pasará a la historia por la técnica que nunca se había visto con tanto esplendor en la gran pantalla.

Así pues, el remake supuso la guinda del pastel. Se trata de una franquicia situada en lo más alto de Disney y del cine de animación en general, convertida en la máxima representación de calidad cuando se habla de dibujos animados.