Puerta Grande para El Juli y Talavante en la segunda de Olivenza (Badajoz)
Julián López «El Juli» y Alejandro Talavante, con dos orejas cada uno, han salido este sábado a hombros en la segunda de la feria taurina de Olivenza (Badajoz), en la que Emilio de Justo se ha marchado de vacío de la corrida de Garcigrande y Domingo Hernández.
El Juli abrió el marcador de trofeos ya en el primero del festejo, un toro cómodo y noble pero en el límite de la raza y de las fuerzas, al que el madrileño diseñó una faena templada y en la que jugó a la perfección con las distancias y las alturas del de Garcigrande, que enseguida se desfondó por completo.
Eso obligó al Juli a acortar distancias para diseñar un final de faena entre los pitones del animalito, desplegando toda la artillería de circulares y demás alardes para el regocijo de una parroquia que acabó premiando al torero con una oreja tras una efectiva estocada.
El cuarto fue manso sin disimulo, un animal que salió huido del caballo y que en cuanto se sintió podido en la muleta volvió grupas a tablas, situación que no tardó en suceder, pues solamente se «tragó» las dos primeras series por el derecho de Julián López, que, quizás, lo sometió demasiado, obligándolo muy por abajo.
Ya está dicho que el animal buscó el refugio de los tableros, lo que no fue impedimento para que el Juli le diera fiesta aprovechando las inercias del manso en la querencia, que acabó tragándose absolutamente todos los pases que le propuso el torero del madrileño barrio de San Blas, destacando nuevamente en una serie de circulares invertidos ligados a unos cuantos derechazos. La espada volvió a viajar a la primera y cortó otra oreja más.
Otro triunfador en la tarde fue Alejandro Talavante, muy inspirado especialmente frente al quinto, sin raza como el resto de sus hermanos, pero al que cuidó en los primeros tercios para acabar diseñando una labor muy medida y de exquisito trazo.
Al prólogo de rodillas le siguieron unas cuantas series a derechas de notable hilván, para acabar poniendo aquello boca abajo por naturales, cadenciosos y hondos, de extraordinaria interpretación. Final por bernadinas y la plaza, un auténtico polvorín, tanto que no importó el pinchazo y el golpe de descabello que necesitó para que cortara las dos orejas.
Antes, en el segundo, un toro bronco y manso, el extremeño hizo un gran esfuerzo a base de actitud y arrestos para diseñar una emocionante labor que a buen seguro hubiera sido de premio de no atascarse con el verduguillo.
Emilio de Justo nada más que pudo justificarse a base de entrega con un tercero manso y áspero, que se defendió una barbaridad y que no se lo puso fácil al torero cacereño, que lo intentó de todas las formas posible e, incluso, logró algún pasaje de notable mérito.
El sexto fue un auténtico mulo con el que De Justo, que salió por los aires en un momento de la faena de muleta, anduvo nuevamente voluntarioso, pero sin poder resolver en lo artístico.
Ficha del festejo
– Toros de Garcigrande, segundo y sexto con el hierro de Domingo Hernández, cómodos y parejos de hechuras, mansos y muy deslucido en conjunto.
-Julián López «El Juli» (verde hoja y plata): oreja y oreja tras aviso.
-Alejandro Talavante (purísima y oro): ovación tras aviso y dos orejas.
-Emilio de Justo (grana y oro): ovación y ovación.
La plaza registró un lleno absoluto en los tendidos.