Juan del Álamo destaca en la última de San Isidro en una tarde de toros muy desiguales

Juan del Álamo en la faena a su segundo toro (Foto: EFE).
Juan del Álamo en la faena a su segundo toro (Foto: EFE).

El último cartel de la feria de San Isidro reflejó en la arena la gloria del final y, aún no queriendo la despedida, se esperaba una gran jornada con los toreros: Juan del Álamo, Román y José Garrido. En el coso de Vistalegre se cerró un festejo que llevaba el hierro de la mítica ganadería de Adolfo Martín. A las siete de la tarde arrancaba el paseíllo ante unas dos mil personas en los tendidos.

El primero de la tarde fue para el salmantino Juan del Álamo, quien no toreaba desde septiembre del 2019. Comenzó la faena por la derecha y el astado, en el primer muletazo, se le fue directo al pecho, pero el salmantino lo supo resolver revolviéndose con soltura y arte. Conquistó los tendidos con gran deleite tras una gran serie acometida por su zurda. El torero realizó una gran faena, con inteligencia, sutileza y elegancia. A la hora de matar, el diestro lo hizo con una estocada corta tendida, lo que provocó que el público pidiera una oreja que no fue concedida, pero obtuvo la vuelta al ruedo.

El segundo para Román fue bastante complicado. Le plantó cara con la muleta por su lado izquierdo. Continuó por el lado derecho, cruzándose al pitón contrario, buscando la zona de peligro; en la distancia corta en el final del trasteo, se metió Román entre los pitones del animal. Finalizó de dos pinchazos y media estocada, lo que evitó el premio. Recibió una ovación tras aviso.

El tercero de la tarde era para el extremeño José Garrido. Tras el tercio de banderillas comenzó la faena de muleta muy despacio con su mano derecha. El animal tenía poco recorrido, pero gracias a la técnica del maestro, supo sacarle una buena tanda de naturales. Repitió dos series de muletazos cerrando por arriba. Tras un pinchazo, media estocada. Silencio.

El cuarto de la tarde fue para Juan del Álamo. Resultó mejor que los anteriores con mucha mayor capacidad en su embestida. Juan lo midió por medias con el capote. Brindó al público su faena. Continuó con la muleta con varias tandas por derechazos hasta que el animal le prendió la muleta llegando a rasgársela. Juan supo aprovechar las buenas condiciones del toro y consiguió llevárselo a su terreno; fue imposible ligar la faena. No le quedó otra opción que abreviar. Con la espada tampoco tuvo suerte y tras varios pinchazos, media estocada. Fue silenciado.

Salió Román con su segundo, de nombre, ‘Madroño’, y quien fuera aplaudido de  inicio. Comenzó la faena por verónicas. Tuvo firmeza para poder aguantar el viaje del animal combinando su toreo por ambos pitones. Tras varios naturales desligados, el valenciano aguantó y se quedó en el sitio. Otra vez tuvo complicaciones con la espada, tras un doble pinchazo, remató. Esto le imposibilitó cualquier posibilidad de obtener premio.

La última de la tarde de este San Isidro la cerró Garrido ante ‘Comadró’, al que recibió por medias pegado a tablas. Brindó al público. En su faena de muleta destacaron las series de pases de pecho. Gracias a su capacidad e inteligencia pudo estar a la altura de un toro tan complicado. Sin duda alguna fue una tarde excesivamente gris para Garrido. Finalizó con doble pinchazo y estocada. Fue silenciado de nuevo.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vistalegre. Última de Feria. Unas 2.000 personas en los tendidos.
Toros de Adolfo Martín.
Juan del Álamo, vuelta al ruedo y silencio.
Román, ovación y silencio.
José Garrido, silencio y silencio.

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