Samsung vende su división de impresoras a HP
Quizá la marca Samsung no es una de las que te viene a la cabeza si piensas en impresoras (aunque a decir verdad no es ya un periférico que tenga mucho protagonismo), pero la compañía coreana lleva desde nada menos que 1982 fabricando impresoras y más recientemente máquinas de tipo multifuncional con tecnología láser, que se estaban haciendo muy populares en el entorno de la empresa. Sin embargo, parece que Samsung ha decidido que tiene que enfocarse en tecnologías con más futuro que las impresoras (cuyo descenso anual es de alrededor de un 10 por ciento a nivel mundial) y además con un rival del calibre de HP que lleva décadas siendo líder indiscutible. Así, Samsung ha vendido hoy su unidad de impresoras al gigante HP por una cifra de unos 1.050 millones de dólares y transferirá unos 6.000 empleados a la compañía norteamericana.
El movimiento resulta curioso porque Samsung apenas tiene un 5 por ciento de cuota de mercado en impresoras, aunque hay detalles que hacen entender mejor el acuerdo, como el hecho de que Samsung transfiere mediante la venta unas 6.500 patentes a HP y entre los 6.000 empleados van unos 1.500 ingenieros que pueden ser de gran valía para HP. Por otro lado, Samsung seguirá vendiendo las impresoras de HP bajo su marca en Corea, lo que supone en principio que HP sumará las ventas de ambas marcas. Además, Samsung accede mediante el acuerdo a realizar una inversión de entre 100 y 300 millones en HP, que pueden compensar en parte los costes que tendrá la compañía en absorber la división de impresoras de Samsung.
Impresoras 3D, ¿el futuro de HP?
En todo caso, sí es llamativo que HP se decida a hacer una inversión de este calibre en la adquisición de un competidor en un mercado que evidentemente tiende ha hacerse cada día más pequeño y cuando ya ha emprendido una transición hacia tecnologías de futuro como la impresión 3D. En este terreno, HP ha presentado recientemente su primera generación de impresoras 3D Multi Jet Fusion, que son capaces de crear piezas tridimensionales, listas para producción (y no sólo prototipos), con mejores propiedades físicas, a más velocidad y que en el futuro podrán mezclar distintos materiales e incluir materiales conductivos para crear circuitos dentro de las piezas.