Juicio a César Román en la Audiencia Provincial de Madrid

Policía y testigos desmontan una a una todas las mentiras del ‘Rey del Cachopo’

La madre de Heidi Paz y su exnovia Sara L. reconocieron la maleta propiedad de Román

Raquel C., propietaria del restaurante de Zaragoza que lo contrató, declaró que el Rey del Cachopo deshuesaba chuletas con mucha pericia

El jefe de la investigación aseguró que la muerte de la joven hondureña no responde al "modus operandi" de las bandas de narcotraficantes

rey del cachopo
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Luis Miguel Montero

El juicio contra César Román, conocido como el Rey del Cachopo, está dejando declaraciones y evidencias demoledoras en su contra, después de dos semanas. Pero el primer día la declaración de Román sembró la duda en mucha gente que no ha seguido los detalles del caso desde agosto de 2018 , cuando fue encontrado el cadáver de Heidi Paz en una nave del madrileño barrio de Usera que estaba alquilada a nombre del Rey del Cachopo.

Román declaró durante cuatro horas, prácticamente sin preguntas de por medio. Demostró un gran conocimiento del sumario pero hizo manifestaciones que con el paso de los días se han mostrado falsas, como que la maleta negra donde fue encontrado el cuerpo de Heidi Paz no era suya, que incluso el torso encontrado no era de su novia, que no se hallaron restos de ADN suyos en la maleta y que no hubo vestigios de Heidi en su casa de Vallecas. El inspector jefe del Grupo VI de Homicidios de Policía Nacional prestó declaración el pasado martes y su testimonio fue demoledor, unos días después declaró la subinspectora, su segunda al mando, que ratificó punto por punto todas las diligencias realizadas.

Pero, antes de eso, el 11 de mayo fue el día grande de César Román Viruete, el Rey del Cachopo. Habló durante cuatro horas sin apenas interrupciones, sin demasiadas preguntas de las partes… Pudo decir lo que quiso y, como la Ley ampara a todos los acusados, pudo mentir sin incurrir en el delito de falso testimonio.

Heidi estaba viva

Pruebas de ADN de la víctima. Román comenzó diciendo que su novia Heidi Paz estaba viva, pero al día siguiente prestó declaración su ex suegra, Gloria B., para confirmar que las pruebas de ADN demuestran que el cuerpo hallado el 13 de agosto de 2018 dentro de un maleta en una nave del madrileño barrio de Usera era el de su hija Heidi. El lunes llegó el turno de los profesionales de Policía que instruyeron y realizaron las investigaciones que constan en el sumario. El jefe del Grupo VI de Homicidios, responsable de la investigación a nivel policial, desmontó todas las coartadas de Román, una a una, y confirmó que el torso encontrado en Usera era el de Heidi, como consta en las pruebas de ADN.

ADN de la víctima.
La prueba de que el ADN de Heidi coincide con el de su madre Gloria.

Heidi se dedicaba al vuelco de drogas. El policía fue preguntado sobre la posibilidad de que la víctima hubiese sido asesinada por alguna organización criminal dedicada al tráfico de drogas, algo que también dijo Román el primer día. Descartó rotundamente este modus operandi, ya que normalmente «cuando se trata de dar un escarmiento los asesinos quieren que se conozca la identidad de la víctima y no tratan de borrar su rastro». Todas las pesquisas que hicieron los agentes sobre la vida de Heidi Paz fueron negativas en relación con las drogas o la prostitución.

No hay antecedentes por malos tratos. César Román aseguró también que no tenía antecedentes por malos tratos, que sólo fue una discusión. Pero, ante la insistencia del fiscal, acabó por reconocer que había sido condenado por «insultos y vejaciones» a su ex mujer. Sin embargo, una sentencia del juzgado de lo penal número 34 de Madrid, en concreto, la sentencia número 86/2018, de 15 de febrero de 2018, deja claro que Román propinó varios empujones a su ex pareja, además de llamarla «zorra en varias ocasiones». Por todo ello fue condenado a nueve meses y un día por un delito de «malos tratos en el ámbito familiar», otro de amenazas y otro de quebrantamiento de medidas cautelares, al vulnerar una orden de alejamiento de su ex mujer Natividad.

Sentencia del Juzgado número 34 de Madrid donde se condena a César Román por malos tratos.

Entrevistas psicológicas. Pero por transformar la realidad, César incluso le relató a su psicóloga de parte, Ana Villarrubia, una realidad inventada, al decirle -según consta en un informe que se presentará durante la última sesión del juicio- que conoció a Sara L., su última pareja antes de Heidi, porque era «profesora de equitación de su hija». Pero Sara sólo era y es propietaria de un caballo llamado Romeo y nunca ha dado clases de equitación a nadie, ni a la hija de César Román.

Vestigios en Vallecas

No hay restos de Heidi en la casa de Vallecas. Durante la segunda sesión del juicio, César se permitió decir a los nueve miembros del jurado que no se encontraron restos de Heidi en su casa de Vallecas. Tampoco era cierto, ya que de los nueve vestigios encontrados en su domicilio de la calle López Grass, al menos uno resultó positivo en mezcla entre Heidi y César Román.

El ADN de César y Heidi mezclados en el domicilio de la calle López Grass.

La maleta negra o azul oscura. Uno de los platos fuertes de este juicio fue sin duda la maleta que resultó ser exhibida a varias personas. Román siempre dijo que no es suya, que sólo tiene una más pequeña y la de su hija, todavía más pequeña. Sin embargo, Gloria, madre de la víctima, no titubeó al reconocer la maleta: «Ésa es del señor César Román». Tampoco lo hizo Sara, que vivió seis meses con él en un chalet de Cubas de la Sagra: «Si no es de César es una muy parecida a ésa».

Ambas dijeron eso en el juicio, al igual que José Luis, el taxista que llevó a César Román, el Rey del Cachopo, y la maleta hasta la nave de Usera. Además, por mucho que lo niegue, en la maleta está el ADN de César Román. Así lo certificaron el 25 de marzo de 2019 ante el Juzgado de Violencia de Género número 6 de Madrid los expertos que han venido practicando diversas pruebas periciales durante toda la instrucción por el asesinato de Heidi. Dos agentes adscritos a la Policía Científica analizaron hasta 25 muestras tomadas en la nave de la madrileña calle de Sebastián Gómez, donde fueron encontrados los restos de Heidi dentro de una maleta. De los vestigios obtenidos 13 no presentaban muestras de ADN y otros 12 sí, aunque de estos sólo se pudieron extraer muestras de 7. El informe, de 19 páginas, fue aportado ante el juzgado y firmado el 13 de noviembre de 2018. Hay otros dos estudios de ADN con fecha de 10 de diciembre de 2018 y un tercero con fecha de 31 de enero de 2019.

De las muestras analizadas en esta primera ocasión los investigadores encontraron ADN de César Román en cinco lugares. Tres en la maleta que contenía el cadáver, en concreto en el asa superior, el asa lateral y el código donde se introduce la clave para cerrar y abrir la maleta. También se encontraron restos en dos tapones, uno blanco y otro blanco y negro, que fueron tirados al cubo de la basura junto con las dos botellas de sosa cáustica, marca “Bosque verde” y “2,30” usadas para intentar deshacerse del torso de Heidi. En una de estas botellas, se encontró una huella dactilar de César Román.

Pericia con los cuchillos

No sabía usar un cuchillo… o sí. El primer día que habló César Román, el Rey del Cachopo se presentó como gerente de los restaurantes y persona que se dedicaba a hacer contrataciones pero sin entrar en el día a día de las cocinas. Negó tener un gran manejo de ollas y cuchillos… Varios testimonios lo contradijeron. Primero fue su ex mujer Natividad quien dijo que César se manejaba perfectamente en la cocina y con los cuchillos, luego fue Sara quien corroboró que hacía lo mismo en casa y finalmente, la declaración de Raquel, dueña del restaurante que contrató a Román durante su huida a Zaragoza, señaló este pasado lunes que César demostró una gran pericia con los cuchillos y que sabía «deshuesar piezas grandes de carne con hueso».

César Román durante el juicio.

Huida a Zaragoza. El Rey del Cachopo también dijo el 11 de mayo en el juicio que «no sabía que me estaban buscando», cuando su rostro había salido en un cartel de SOSDesaparecidos en octubre del mismo año. Además, estuvo en la nave contigua de la avenida de Córdoba -también alquilada a su nombre- el 13 de agosto cuando se encontró el cadáver de su novia Heidi y, según las dos personas que fueron allí a recoger una mesa con él, César se mostró nervioso y con ganas de irse rápidamente. Ello, a pesar de que por fuerza tuvo que ver al menos el coche de Policía Nacional que se encontraba a la puerta de su otra nave alquilada y el cordón policial que habían dejado tras los registros, pero no se interesó por lo que había ocurrido en aquel lugar. Al día siguiente tomó un autobús de Alsa a Zaragoza, amenazado según él por un comisario de Policía.

Según el agente que lo detuvo cuatro meses después en esta ciudad aragonesa, lo primero que dijo el Rey del Cachopo fue: «Sí, soy yo, la persona que estáis buscando».  Toda una declaración de intenciones para quien se ha declarado todo el tiempo inocente.

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