Tiroteo en Tarragona

El pistolero de Tarragona se despidió de sus ex compañeros en plena huida: «Felices fiestas, cabrones»

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Eugen M.S, de 45 años y de origen rumano, ha cumplido sus amenazas. Este ex vigilante de seguridad de la empresa Securitas llevaba un tiempo reclamando a la empresa una cantidad económica que, según él defendía, se le adeudaba. Y ya había amenazado a su ex jefe y a algunos compañeros de que, en caso de no satisfacer el pago, serían ellos quienes lo pagarían. Dicho y hecho: este martes, Eugen se presentó armado en su ex empresa y arremetió a tiros contra el gerente y otras dos personas, dejándoles heridos de gravedad. En su huida también disparó a un agente de los Mossos y tuvo tiempo incluso para enviar por correo electrónico un último mensaje a su ex empresa: «Felices fiestas, cabrones».

«Fue como un petardazo, y luego salió corriendo», aseguraban los primeros testigos. Pasaban unos minutos de las once de la mañana en la habitualmente tranquila plaza de la Media Luna, en el centro de Tarragona, cuando una serie de detonaciones pusieron en alerta a los vecinos que transitaban por la zona este pasado martes.

Instantes después comprobaron como una persona, con una chaqueta negra y de alrededor de 1,8 metros de estatura, abandonaba un portal de esa plaza a toda velocidad. Visiblemente nervioso y cargando una bolsa de deporte, el hombre se introdujo en un vehículo gris, un Citröen Xsara, y emprendió la huida. Desde dentro del portal donde ocurrieron los hechos, sede regional de la empresa Securitas, se escuchaban los gritos de una mujer.

Uno de los vecinos tuvo la suficiente pericia y rapidez para sacar su teléfono móvil y hacerle una foto a la placa trasera del vehículo. 0795CBC. A los pocos minutos llegaban las primeras patrullas, alertadas por las llamadas de los vecinos al 112, y recopilaban esta evidencia. Según destacan fuentes policiales, la colaboración ciudadana -y especialmente esa fotografía- fue clave para poder localizar al hombre posteriormente.

El pistolero de Tarragona.

El gerente y dos compañeros

En el interior de la sede de Securitas, los servicios de emergencia se afanaban por salvarle la vida a tres personas. Tres trabajadores de la firma que estaban en el punto de mira de Eugen, un ex vigilante que había dejado la empresa recientemente. Entre ellos, el gerente, al que el hombre disparó en dos ocasiones: una en el estómago y otra en el pecho. Su estado es crítico al momento de redactar esta información.

Su enfrentamiento personal, explican fuentes de esa firma de seguridad, venía de hacía tiempo y era de origen económico. Eugen acusaba a la empresa de deberle una serie de cantidades y amenazaba con «hacer algo» si no se cumplían sus demandas. La última comunicación con la empresa, dicen, tuvo lugar este mismo lunes.

Huida a tiros

La huida de Eugen provocó una auténtica operación jaula alrededor de Tarragona. Decenas de patrullas de Mossos fueron movilizadas para tratar de localizarle y detenerle. El Departamento de Interior tuvo que pedir ayuda a la Guardia Civil para ayudarle a controlar las carreteras.

Una de las patrullas estuvo a punto de conseguir frenar su huida a las afueras de Reus. Pero Eugen demostró que estaba dispuesto a todo: sacó su arma y disparó a un agente del control, dejándolo herido de consideración. Era su cuarta víctima de la mañana. En ese momento, los agentes ya sabían que se enfrentaban a un perfil peligroso: Eugen era experto en armas y estaba adiestrado en tiro deportivo. Tenía hasta un rifle de francotirador -con licencia-, con el que había posado orgulloso en varias fotos.

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El pistolero de Tarragona.

«Felices fiestas, cabrones»

Minutos antes, tal y como ha podido comprobar OKDIARIO, el hombre envió desde su teléfono móvil, en plena huida, un escueto mensaje a su ex empresa. La misma que acababa de atacar. La copia incluía a varias personas concretas, así como varias direcciones genéricas de Securitas y también las cuentas del área de personal de la firma en Madrid y Cataluña. El mensaje no dejaba lugar a dudas: «Felices fiestas cabrones, Securitas Seguridad España, ladrones y racistas». Entre las cuentas que recibieron este mensaje hay algunos cargos directivos de la firma.

Captura del email enviado.

Los Mossos finalmente consiguieron localizar al que en esos momentos era el hombre más buscado de Cataluña. Se atrincheró, con su coche aparcado fuera, en una masía de Riudoms (Tarragona). Hasta allí se desplazó un equipo de los Grupos Especiales de Intervención (GEI), los GEO de los Mossos. También otro equipo de negociadores, que formaban parte del ‘plan A’: convencerle para que se entregase.

Asalto y neutralizado

Sin embargo, los agentes constataron que el hombre se encontraba en un estado de gran alteración. Estaba armado y llevaba puesto un chaleco antibalas. No tenía intención de entregarse, por lo que entró en acción el ‘plan b’.

El asalto, explican fuentes de los Mossos, fue muy rápido y quirúrgico. En cuestión de segundos, los agentes del GEI entraron al edificio, localizaron al hombre y lo neutralizaron de disparos certeros y no letales. Los servicios de emergencias atendieron al hombre para estabilizarle de sus heridas. Habían pasado cerca de cinco horas desde Eugen había iniciado su brutal «venganza» contra sus ex compañeros.

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