MUERTE EN TRASPINEDO

La Guardia Civil investiga distancias e itinerarios desde donde fue hallado el cadáver de Esther López

Los investigadores nunca creyeron que el lugar donde fue encontrada la joven fuera el escenario de su muerte y tienen varias ubicaciones desde donde pudo ser trasladada

El responsable del traslado del cuerpo a las afueras de Traspinedo habría evitado cruces como el de La Maña para no ser captado por cámaras de Tráfico

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La familia de Esther López pide al responsable de su desaparición y muerte que “se entregue y confiese”

Esther López
Esther López
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Todo sucedió en un radio aproximado de cinco o seis kilómetros, en ese espacio sobre el mapa es en el que la Guardia Civil de Valladolid lleva tres meses investigando qué le pasó a Esther López la madrugada del 12 al 13 de enero. Si en la primera parte de la investigación los agentes trabajaron cronológicamente reproduciendo paso a paso el itinerario de la joven, desde que su cuerpo fuera encontrado en una cuneta uno de esos trabajos se realiza a la inversa para saber desde dónde pudo ser trasladado el cadáver de Esther.

Las Bodegas, La Maña o El Romeral. Desde que Esther López desapareció los agentes han marcado en un mapa todos los lugares de interés para el caso de la desaparición de la joven de 35 años que acabó siendo víctima de una muerte violenta. Se trata de los lugares en los que la chica estuvo desde que salió de su casa sobre las ocho de la tarde para ver un partido de fútbol en compañía de sus amigos.

Así los investigadores anotaron el pub James Dean, la casa de Luis, un amigo con quien Esther y otro conocido tomaron unas cervezas al final del partido, el bar El Castillo y Las Bodegas. En estos lugares Esther estuvo en algún momento antes de desaparecer y en compañía al menos de dos personas que pueden confirmarlo. De hecho, el último de ellos fue el cruce de La Maña, el lugar donde Esther y su amigo Óscar dejaron a Carlos, la penúltima persona que vio con vida a Esther.

La Maña es un lugar importante porque aquella noche, para llegar allí, el coche de Óscar pasó precisamente por la cuneta en la que el cuerpo de su amiga sería encontrado 24 días después. De hecho, la parada en La Maña provocó grandes expectativas entre los investigadores ya que tanto en la rotonda como en el restaurante que le da nombre al cruce había varias cámaras de vigilancia que deberían haber captado el paso del coche de Óscar con Esther a bordo. Sin embargo, cuando los agentes fueron a pedir esas imágenes, ya se habían borrado. Se trató de un problema no tenerlas hasta que supieron que el propio coche de Óscar les iba a contar por dónde circuló aquella noche.

Puntos cercanos a la cuneta

Óscar condujo unos cientos de metros más hasta la urbanización El Romeral. Detuvo el coche justo a la entrada, a otros cientos de metros de su la casa de sus padres porque según él Esther montó en cólera y le obligó a detenerse para apearse. Él dice que la dejó allí, sola, pero es difícil explicar qué hacía el teléfono de Esther y el de su amigo compartiendo espacio físico, la casa de los padres de Óscar, a la hora en la que el hombre defiende que ya estaba durmiendo solo en esa vivienda.

Los investigadores saben que Esther murió esa misma noche, saben que hay datos objetivos que contradicen a Óscar, saben que desde el día siguiente le dio por lavar y mucho el coche en cuyo maletero encontraron ADN de Esther en forma de saliva. Sólo él sabe si estos indicios significan algo o no, pero los investigadores no pueden pasarlo por altos y menos sabiendo científicamente que Esther no murió en esa cuneta, no lo hizo en la postura en la que fue encontrada y que, y esto es lo más duro, no lo hizo de manera inmediata. El autor de la muerte de Esther le provocó su fallecimiento por un acto violento contra la chica, pero sobre todo por no haberle prestado ayuda después. La mató dejándola morir.

Pues todo lo anterior cobró un nuevo sentido el día 5 de febrero, cuando un paseante encontró el cadáver de Esther López en una cuneta. Tan importante es para los investigadores saber quién la dejó allí cómo, cuándo y usando qué medio. Pero si hay una respuesta reveladora es desde dónde se trasladó el cuerpo de la chica, y para eso hay que volver al mapa y buscar la carretera VP-2303, a la altura del paraje de la Carrascosa. Desde allí los investigadores han tirado líneas, han calculado itinerarios, tiempos y metros. Ya saben los lugares desde donde puso ser trasladado el cuerpo de la joven hasta esa cuneta y sólo esperan que el resto de los datos, la mayoría de laboratorio, les confirme sus sospechas.

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