El cuerpo de Esther, con sus prendas y su bolso, «fue colocado» en una cuneta de Traspinedo

Veinticuatro días después la familia de Esther López, desaparecida en Traspinedo el pasado 12 de enero, ha recibido la peor de las noticias. La joven de 35 años ha sido encontrada muerta este sábado cuando un paseante se ha topado con su cuerpo sobre las 10.30 de la mañana. El lugar donde estaba el cadáver de Esther y el modo en el que ha sido encontrado ha llevado a los investigadores a una conclusión inmediata que es ahora mismo la principal hipótesis de trabajo: una o varias personas dejaron el cuerpo de Esther la madrugada del viernes al sábado en el lugar donde ha sido hallada.

Esa conclusión se sustenta en diferentes datos a los que ha tenido acceso OKDIARIO. En el momento del hallazgo del cuerpo de Esther López la mujer llevaba 24 días desaparecida y la zona donde ha sido encontrada no sólo ha sido escenario de varias batidas minuciosas, sino que además se encuentra a 200 metros del lugar donde han arrancado todas esas búsquedas en estos días pasados. Además, es una zona frecuentada por paseantes y pese a que el cuerpo de Esther no se podía ver desde la carretera estaba demasiado cerca de esta, en la misma cuneta, como para haber pasado desapercibida estos días.

El cuerpo de la joven, que, por cierto, ha sido identificado por un familiar muy cercano, pero no por su padre, estaba según fuentes del caso “puesto allí, cuidadosamente colocado”, lo que hace que la hipótesis de trabajo policial sea que la madrugada del viernes un coche llegara hasta esa cuneta y dejará allí a Esther después de trasladarla desde donde haya estado los 23 días anteriores. Porque esa es otra de las conclusiones de la Guardia Civil: Esther perdió la vida el mismo día que desapareció.

La autopsia y la inspección ocular

Ahora lo urgente es la autopsia de Esther López y la inspección ocular del lugar donde la han encontrado. Empezando por esto último este periódico ha sabido que hasta Traspinedo se ha trasladado personal de apoyo de la Unidad Central Operativa, la UCO, y el mejor equipo posible de inspecciones oculares que tiene la Benemérita, el ECIO, el Equipo Central de Inspecciones Oculares. Ellos son los que tienen que procesar el escenario del hallazgo del cuerpo, un mundo de posibilidades de indicios que va desde encontrar huellas de calzado, rodadas de neumático o incluso restos en los zapatos y en las prendas de Esther que puedan delatar quien la ha llevado hasta allí, en qué vehículo ha viajado su cuerpo y desde donde ha sido trasladado.

La foto fija del cadáver de Esther Lopez también ha llamado la atención a los investigadores. La joven se encontraba boca abajo, completamente vestida con todas las prendas que llevaba la noche que desapareció e incluso portaba consigo su bolso. Este objeto en concreto ha llamado la atención a quienes han visto el cuerpo, quienes no han dudado en definir su posición con respecto al cuerpo como “colocado” sobre éste. Además, el cadáver de Esther tenía encima “algo de hierba” y será muy importante saber si esa hierba estaba allí cuando el cuerpo de Esther llegó o si, por el contrario, vino con ella hasta ese lugar de Traspinedo.

Ahora las fuentes del caso advierten a OKDIARIO de que la autopsia lo marcará todo, pero que las próximas 48 horas se vuelven cruciales para los investigadores. Nada de lo sabido hasta ahora puede darse por supuesto y ningún escenario, salvo el último bar dónde fue vista por testigos objetivos, puede darse por bueno.

Los agentes tienen sobre la mesa una nutrida lista de nombres y apellidos que superan la decena. Hasta el momento había trascendido que eran tres las personas de interés en el caso, pero hasta que las pruebas científicas no digan lo contrario todos los nombres de esa lista son importantes. Ni la parada de las Bodegas tras salir del último bar, ni la parada en el restaurante La Maña, del que tanto se ha hablado asegurando que unas cámaras lo grabaron todo, ni el cruce que separa las casas de Ramón alias El Manitas de la de Óscar, el amigo que dejó aquella noche sola en la carretera a Esther según él mismo asegura. Nada se da por confirmado y todos son sospechosos.

Miguel, Chus, Inés y José Luis, el padre, la madre, la hermana de Esther López y la pareja de ésta última, se refugian en casa sabiendo que ya no volverán a verla. Unas flores la recuerdan ya bajo la foto de la joven colocada en la plaza del ayuntamiento de Traspinedo. Todo un pueblo espera tenso los siguientes acontecimientos temiendo que entre sus propios vecinos esté la respuesta a la muerte de una mujer de 35 años que sólo salió a tomar unas cervezas con amigos.