Una anciana trans de 92 años vaga durante horas por las pistas de Barajas tras ser olvidada en un autobús
Entró en España de forma ilegal sin saberlo, caminando por las pistas buscando ayuda
La recogieron del avión y la olvidaron en un autobús, un camionero encontró a la anciana vagando por carreteras fuera del aeropuerto
La anciana de 92 años y activista transexual de México Samantha Flores sufrió en el aeropuerto de Barajas una de las situaciones más peligrosas y a la vez más surrealista de su larga vida. Olvidada dentro de un autobús por los servicios de recogida de pasajeros con movilidad reducida, la anciana caminó perdida el pasado jueves durante un par de horas por el exterior de las pistas de Barajas sin ningún control de seguridad hasta que un camionero la rescató y la llevó de vuelta al aeropuerto: «Si yo paso diez minutos después, ese hombre ya no me encuentra», relata la anciana en exclusiva a OKDIARIO, que acabó empapada y llena de barro entre las carreteras de acceso al aeropuerto.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 22 de enero de 2025 en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, cuando la anciana aterrizó en un vuelo proveniente de México. El pasaje salió por una puerta y por la otra las personas con movilidad reducida, entre ellas Samantha Flores, conocida por ser la transexual más longeva del mundo. «El autobús estuvo dando vueltas y vueltas, claro, es un aeropuerto internacional, hasta que llegó a un punto y se bajaron el resto de pasajeros, también el conductor y la persona que me había atendido y abrochado el cinturón de seguridad», explica Samantha.
En realidad, los operarios se habían olvidado de la anciana dentro del autobús aparcado en algún lugar cercano al aeropuerto de Barajas. «Volteé la cabeza y vi que estaba yo sola en el autobús, sentada en la primera fila. Pasaron cinco, seis, diez minutos y no venía nadie. Yo no podía pedir ayuda con mi móvil de México, no tenía red ni internet. Así que fui a la puerta y me arrastré hasta que salté al suelo. No había nadie, no había nada», relata la anciana, ya a salvo en Laetus Vitae de Madrid, la fundación que ella misma fundó en México.
Olvidada y perdida en Barajas
«Comencé a caminar y tras un tiempo vi una carretera y me dirigí hacia ella. No estaba en el aeropuerto, no había nada. Sólo una carretera y junto a ella otra por la que pasaban carros continuamente. Y nada, crucé la carretera en la dirección a la que iban los carros. Tuve la suerte grandísima de que pasó un camión y el señor me dijo ‘¿Qué le pasa?’ , ya le expliqué y me llevó a una entrada del aeropuerto, a la sala del personal que recoge a las personas con movilidad reducida», así cuenta Samantha su rescate.
La anciana cuenta que su regreso a Barajas no fue como pensaba: «No me querían recibir, me decían que no podían abrirme la puerta de esa zona del aeropuerto, ni atenderme. Claro, aunque le mostré mi boleto del avión, en ese momento yo era una inmigrante ilegal que estaba fuera de la Ley porque había entrado en España sin pasar por la frontera del aeropuerto, caminando, y ahora mi pasaporte no tenía sello, y llamaron a la Policía».
Se saltó todos los protocolos sin quererlo
Por fin el personal de AENA se hizo cargo de la situación y avisó al puesto fronterizo. Hasta allí llegó una agente, la jefa del turno en ese momento, que comprendió la situación de Samantha y que, para legalizar su situación, le hizo firmar un documento de declaración voluntaria de entrada en España.
De esta manera, en menos de cuatro horas, la anciana aterrizó en Barajas, entró ilegalmente en España sin pretenderlo. Luego, regresó a Barajas y salió de España para ir a la frontera. Allí, legalizó su situación y volvió a entrar en España ésta vez legal acompañada de su contacto que acudió a recogerla.
Ahora, la anciana perdida en Barajas, ya se puede dedicar al propósito que la trajo hasta Madrid: crear en la capital la sede española de la Fundación Laetus Vitae. Rafael Martínez, director y cofundador de la iniciativa tiene dos lecturas claras de todo lo que ha ocurrido: «El sistema actual de seguridad en Barajas es de Mortadelo y Filemón, así se comprende perfectamente. En segundo lugar darle las gracias a Víctor, el camionero que arriesgó su trabajo para socorrer a Samantha que en ese momento era una inmigrante ilegal».
La negligencia de los responsables de movilidad del aeropuerto, que ha dejado a Samantha en situación irregular en España, ha provocado un efecto dominó inesperado: la Fundación Laetus Vitae se ve obligada a posponer indefinidamente su apertura en nuestro país, desperdiciando más de dos meses de trabajo preparatorio. Una situación que roza lo kafkiano.
La anciana Samantha Flores, es un personaje muy conocido en su país como una activista y pionera de la lucha contra el virus del VIH y del activismo transexual en la Ciudad de México. Allí, Samantha fundó el albergue LGTBI Laetus Vitae, un centro de día para adultos mayores que finalmente fue cerrado durante la pandemia. Su carrera se ha desarrollado a lo largo de más de sesenta años de como relaciones públicas, gestora, actriz y promotora de los derechos humanos.