La sala del Canal de Isabel II acoge una exposición sobre el modisto Jesús del Pozo

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Desfile de Jesús del Pozo en Nueva York. (Foto: Getty)

Cinco años después de su fallecimiento, los diseños de Jesús del Pozo están más presentes que nunca en una gran retrospectiva enmarcada en la iniciativa ‘Madrid es Moda’, la cual llena la capital del espíritu de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que comienza el jueves su semana grande.

La sala Canal de Isabel II de Madrid acoge desde hoy la creatividad de un «arquitecto» de la moda -como le define el diseñador Modesto Lomba-, un hombre que supo trasladar a sus diseños la vanguardia de grandes maestros, pero con una visión ampliada en la que tejidos tan sobrios como la arpillera se funden con la seda, creando un acompañamiento mágico.

Modesto Lomba conocía y admiraba a Jesús del Pozo (1946-2011), no en vano ambos diseñadores fundaron la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), de la que aquel hoy es presidente.

Lomba advierte de que la exposición es el «reconocimiento a uno de los grandes de la moda española contemporánea». «Yo le idolatraba», desvela, «tenía una fuerza increíble, una simpatía desbordante y mal genio cuando la ocasión lo requería». Le califica como uno de los «referentes» de la moda y esencial para descubrir su evolución.

«La arquitectura de sus prendas y los colores que utilizaba marcan un antes y un después en la moda española», apunta Lomba, quien añade la importancia que tiene la marca hoy y la importancia del relevo en momentos clave.

El diseñador Roberto Torreta recorre emocionado las cuatro plantas de la exposición como si fuera un descubrimiento. «Jesús estaría encantado» de ver cómo se muestran sus diseños, «por la luz y los colores elegidos», una circunstancia que considera que «respeta su espíritu».

Torretta define a Del Pozo como «un artista global, de gusto exquisito. Incluso su sentido del humor era sutil, pero arrollador», recuerda con cariño, él, que se casó con un traje y esmoquín diseñados por Jesús del Pozo. «Era un artista».

La comisaria de la exposición, Esperanza García Claver, trabajó junto a Jesús del Pozo durante cinco años, un tiempo que dio para muchas conversaciones y para conocer al creador en profundidad.

«He tratado de que Jesús esté en cada rincón, de hacer algo de lo que él se sintiera orgulloso», dice a Efe minutos antes de que se abran las puertas de la muestra. Califica a Del Pozo como un «diseñador más de quitar que de poner» y espera que quien visite la muestra se quede con su «esencia».

De los 50 modelos que se exhiben, 46 pertenecen a la fundación del diseñador, dos a la cantante y actriz Ana Belén, su musa, y otros dos a Salvador Mateu, su mano derecha en las artes escénicas.

«Hay piezas de toda su trayectoria», indica García Claver, pensada para resaltar tres premisas, «volumen, textura y color», donde se pueden contemplar vestidos en «azul pato», un tono característico de algunas de sus prendas, sedas y materiales orgánicos y una concepción del diseño como una obra de arte.

«Su inspiración era una mujer con mucha personalidad. A él no le gustaba mostrar sino sugerir. Para él la mujer era un regalo precioso que había que descubrir», concluye García Claver.

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