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Como era de esperar, el documental ‘Soy Georgina’ sigue acaparando titulares bastante jugosos. La polémica está servida porque han pillado a la influencer en una mentira que está causando sensación. Antes de entrar en detalles debemos analizar brevemente el recorrido de la novia de Cristiano Ronaldo. Siempre ha dicho que la fama no entraba dentro de sus planes. Asegura que conoció al futbolista de forma causal y que en un primer momento intentó continuar con su vida. El problema era que la fama le estaba sobrepasando y estaba demasiado expuesta.
Georgina Rodríguez contó en ‘El Hormiguero’ que pidió que le trasladaran a otra tienda para poder seguir ejerciendo su profesión. La prensa y el público terminó dando con su paradero y en ese momento se dio cuenta de que era imposible: debía cambiar de vida. Dejó su puesto de dependienta y empezó a salir formalmente con Cristiano. Asegura que nunca ha olvidado sus orígenes, de hecho presume de ser una mujer humilde, generosa y natural. Precisamente esta generosidad es lo que le ha jugado una mala pasada.
La mentira de Georgina
La empresaria ha asegurado en Netflix que es ‘iberoadicta’ y que no podría vivir sin comer bocadillos de chorizo y otros embutidos. Sin embargo, hace un tiempo dio una entrevista en ‘Woman’s Health’ y no dio la misma versión. Le preguntaron por la dieta que seguía y en un ataque de sinceridad lo contó todo, pero ahí no había ni gota de grasa. Explicó que llevaba una alimentación medida y muy saludable. “Por las mañanas me tomo una tortilla francesa con un zumo de naranja y un café con leche. A media mañana me tomo un plátano o después de entrenar”, explicó en el citado medio.
Georgina no se dejó ningún detalle en el tintero. Fue demasiado sincera y ahora estas palabras se le han vuelto en contra. “Para comer un puré con carne a la plancha o verdura. Para merendar, a veces tomo latas de berberechos con limón. Y para cenar lo mismo que en la comida”. Como podemos comprobar, en esta dieta no hay nada de ibéricos. No es cierto, según sus propias palabras, que coma chorizo y jamón todos los días. Se controla mucho y está muy bien, el problema es que en su documental ha vendido todo lo contrario.
Su pasión por la comida
Georgina Rodríguez no ha sido sincera. Ha asegurado que se permite más caprichos de la cuenta y no es cierto. Lo que sí es verdad es que le gusta comer. En los capítulos de su serie podemos ver que disfruta mucho cuando se reúne con sus amigos para almorzar o cenar. “Como sin miedo y por placer”, asegura en uno de los episodios. Por placer sí, pero sin miedo tampoco porque realmente lleva una dieta muy sana. Está fenomenal, las críticas no vienen por eso. Las críticas vienen porque ella ha vendido una versión mucho más ligera y descuidada.
Georgina Rodríguez cuenta sus secretos
No es la primera vez que Georgina se expone al público. Ya grabó una primera temporada de su documental en Netflix. Sin embargo, en esta ocasión supuestamente ha sido mucho más sincera. “Vais a ver más de lo que podáis imaginar”, dijo antes del gran estreno. Es cierto. Ha contado muchas cosas que nadie conocía, pero también es verdad que podría haber maquillado otras. Como su relación con Cristiano. Ella dice que le conoció de forma casual y un excompañero de trabajo asegura que fue a buscarle de forma directa.
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