La Generalitat de Cataluña ofrece acoger a un mínimo de 120 refugiados del campo de Moria

Moria refugiados
Inmigrantes se agolpan para recibir comida - Socrates Baltagiannis/dpa

La Generalitat ha ofrecido este sábado acoger a «un mínimo de 120 refugiados» del campo de Moria, en la isla griega de Lesbos, destruido a causa de un incendio. Así lo ha anunciado la Generalitat en un comunicado, después de que ayer el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya ofreciese Cataluña como «tierra de acogida» de los refugiados damnificados del campo de Moria.

Los departamentos de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias han pedido a la Unión Europea una «respuesta urgente, solidaria, humanitaria, conjunta y compartida» para los refugiados.

Ambos departamentos, además, han instado al Gobierno español a que «cumpla las sentencias de diferentes tribunales que dan a la Generalitat las competencias de acogida, con los recursos y efectivos necesarios».

En concreto, la Generalitat se compromete a acoger a «un mínimo de 100 personas refugiadas y 20 menores emigrados solos que se encuentran actualmente en la isla» de Lesbos.

Por ello, pide al Gobierno que se ofrezca a la Unión Europea y a las autoridades griegas a «participar de forma solidaria con el resto de Estados europeos en la reubicación de estas personas».

Un equipo del Gobierno griego se ha desplazado a la isla de Lesbos con el objetivo de analizar salidas para los más de 11.500 migrantes que se han quedado sin techo tras la destrucción del campo de Moria. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha reclamado para ellos soluciones a largo plazo, así como mejoras en otros centros similares repartidos por otras islas.

Una portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo, ha afirmado que los incendios de esta semana en Moria «demuestran la necesidad de tomar medidas para mejorar las condiciones de vida, aliviar la superpoblación, reforzar la seguridad, la infraestructura y el acceso a servicios» en los cinco centros de recepción de las islas.

En el caso de Moria, los incendios registrados durante dos días no han provocado daños personales, pero han expuesto más si cabe las acuciantes necesidades de quienes vivían en este enclave, diseñado en un principio para 2.500 personas. ACNUR estima que 11.500 personas han pasado tres noches ya al raso, entre ellas 4.000 menores de edad.

«Hay personas vulnerables, niños muy pequeños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con discapacidades», ha advertido Mantoo, quien ha apelado también a la solidaridad europea para coordinar una respuesta conjunta dentro de la UE. Diez Estados miembro, liderados por Francia y Alemania, ya han aceptado repartirse 400 menores no acompañados.

Proyectos en el aire

Unos 20 representantes del Gobierno griego han llegado este viernes a Lesbos, con vistas no solo a brindar refugio a los más de 11.000 migrantes sino a elaborar algún plan que permita organizar nuevas instalaciones. Por ahora el Ejecutivo ha optado por desplegar tres barcos, dos de ellos de la Armada, como solución temporal para los casos más vulnerables, y ya ha dejado claro que no contempla el traslado a la parte continental.

Fuentes del Ministerio de Migración citadas por el diario ‘Kathimerini’ han admitido que los planes de realojo se han complicado por la oposición de la población local, especialmente patente en la localidad de Mytilini. Los vecinos han bloqueado carreteras para evitar que se erija un nuevo campamento y han expresado su temor por los posibles contagios de coronavirus, después de que más de una treintena de migrantes diesen positivo en Moria antes de la destrucción.

Las autoridades, entretanto, han optado por reforzar la presencia de las fuerzas de seguridad en la zona, hasta donde han llegado este viernes varios autobuses con agentes antidisturbios y dos cañones de agua en previsión de que se repitan los disturbios, según la agencia de noticias DPA.

ACNUR ha incidido en que la pandemia de coronavirus se ha sumado a una situación que ya era «desesperada» y, aunque ha llamado a aislar «cuanto antes» y a ofrecer atención médica a los migrantes y refugiados que han dado positivo, también ha apelado a la calma.

«En medio de una situación muy complicada y cambiante, instamos a todos a evitar acciones o declaraciones que puedan aumentar las tensiones», ha pedido la portavoz de la agencia de la ONU.

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