Desarticulada una banda de ladrones que exigía sexo a sus víctimas a cambio de devolver lo robado
Son 11 detenidos y sus objetivos eran los turistas que paseaban bajo los efectos del alcohol en el centro de Madrid. La banda les seguía y les abordaba con violencia cuando más indefensos estaban. Así les desvalijaban de los móviles y la documentación. Ocurre que para mayor humillación de las víctimas, días después buscaban en los contactos del móvil robado, llamaban a sus conocidos y les ofrecían devolverles lo robado a cambio de mantener sexo con ellos. Tampoco desdeñaban asaltar a cualquier joven español si notaban que la embriaguez le impedía escapar.
Se trata de diez hombres entre 19 y 32 años, también uno menor de edad, todos de origen ecuatoriano, venezolano y español, y con antecedentes por hechos similares. Los ladrones seguían un patrón simple pero efectivo. A altas horas de la madrugada, cuando podía haber menos testigos de sus asaltos, los delincuentes se dividían en grupos de entre tres y cinco integrantes y hacían batidas por la zona centro cazando a sus víctimas. La policía les acusa de formar un grupo criminal, tanto por su forma de actuar, como por la existencia de una jerarquía entre ellos y un reparto de funciones para delinquir. La Puerta del Sol y la Plaza Mayor eran sus escenarios favoritos para robar.
Paralelamente la policía también ha detenido en Madrid al protagonista de estas duras imágenes a las que ha tenido acceso OKDIARIO, en ellas el ladrón de 33 años y origen magrebí asalta violentamente a una anciana del barrio madrileño de Ciudad Lineal
No era la primera vez que lo hacía, ya había sido detenido por la policía en 22 ocasiones, pero siempre salía en libertad y volvía a su casa en la zona de Nuñez de Balboa, desde allí partía para sus asaltos en Chamberí, o Ciudad Lineal, pero siempre eligiendo ancianas por su incapacidad para defenderse del violento ladrón.
La policía le imputa un total de 11 robos, siempre por el procedimiento del tirón o a golpes. Lo hacía en los portales, donde acechaba la entrada de las víctimas. Tras los robos, incluso amenazaba a los ancianos con matarlos si éstos le denunciaban. En el registro de su domicilio la policía halló joyas y hasta un ordenador portatil de sus víctimas.