La vacuna contra el herpes zóster podría reducir las enfermedades cardíacas hasta ocho años
En el estudio participaron 1,2 millones de personas de 50 años o más residentes en Corea del Sur


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La vacuna contra el herpes zóster puede reducir el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares, con un efecto protector que puede durar hasta ocho años, según sugiere un nuevo estudio. Ese efecto es especialmente pronunciado en los hombres, los menores de 60 años y las personas con estilos de vida poco saludables, como fumar, beber alcohol y ser inactivas, indica la investigación de la Universidad Kyung Hee de Seúl.
En el estudio participaron 1,2 millones de personas de 50 años o más residentes en Corea del Sur, una cohorte básicamente asiática, por lo que los resultados pueden no ser aplicables a todas las poblaciones, advierte el equipo.
Los datos indican que entre los vacunados había un 23 % menos de riesgo de eventos cardiovasculares en general o un 26 % menos de tipo grave, como ictus, infarto o la muerte por enfermedad cardíaca.
Además, observaron un 26 % menos de riesgo de insuficiencia cardiaca y un 22 % menos de enfermedad coronaria, resume European Heart Journal. El herpes zóster, una infección vírica que produce una dolorosa erupción cutánea, entre otros, está causado por el mismo virus que la varicela.
Esta enfermedad ya se había relacionado con un mayor riesgo de problemas cardíacos, por lo que el equipo quería averiguar si vacunarse podía reducir este riesgo, explicó el director del estudio, Dong Keon Yon.
Para ello recopilaron datos a partir de 2012, sobre si las personas recibieron la vacuna y los combinaron con otros de su salud cardiovascular y otros factores que pueden influir en la salud, como la edad, el sexo, la riqueza y el estilo de vida.
Herpes zóster
El herpes zóster, una erupción caracterizada por vesículas, se manifiesta predominantemente en adultos de 50 a 80 años. Su desencadenante es el virus varicela-zóster, el mismo responsable de la varicela en la infancia. Quienes han padecido varicela previamente son más propensos a sufrir esta afección, ya que implica la reactivación del virus. Este tipo de herpes suele resultar contagioso cuando hay contacto directo, llegando a provocar la varicela en la gente más delicada.
Yon dio que aunque realizaron «un análisis riguroso, este estudio no establece una relación causal directa, por lo que debe tenerse en cuenta el sesgo potencial de otros factores subyacentes».
El efecto protector fue mayor en los dos o tres años posteriores a la administración de la vacuna, pero los investigadores descubrieron que duraba hasta ocho años.
Riesgo de cardiopatías
El estudio «sugiere que la vacuna contra el herpes zóster puede ayudar a reducir el riesgo de cardiopatías, incluso en personas sin factores de riesgo conocidos», señaló Yon
El experto consideró que hay varias razones y explicó que una infección por herpes zóster puede causar daños en los vasos sanguíneos, inflamación y formación de coágulos que pueden dar lugar a cardiopatías, riesgos que puede reducir la vacunación.
La vacuna contra el herpes zóster también es capaz de reducir en un 20 % el riesgo de desarrollar demencia, según un estudio publicado hace un mes por Nature.
Relación del herpes con la varicela
Una vez que se contrae el virus de la varicela, se acaba desplazando este por los nervios, llegando a asentarse en los ganglios nerviosos para el resto de la vida. El citado herpes aparecería por una reactivación del virus latente, una infección o por tener las defensas bajas.
Esta enfermedad implica a un segmento nervioso. El primer síntoma de su presencia será una sensación de picazón en las vías nerviosas, además del cansancio general. Pero sin lugar a dudas, lo más visible será la herida ovalada que aparece en la piel. Notarás un enrojecimiento de la piel que continúa el trayecto de un segmento nervioso, llegando a crecer de manera progresiva.
A continuación habrá una erupción, compuesta por varios grupos de vesículas o ampollas de contenido líquido. Por lo general aparecen en un solo lado de la cara o del cuerpo. El punto máximo de erupción lo alcanzará al cabo de cinco días. Será cuando las ampollas se secarán y romperán, para formarse así una costra que caerá después de un par de semanas.