TDAH: ¿afecta a nuestro sueño?

Las personas con TDAH, (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) tienen más probabilidades de desarrollar problemas de sueño ya que les cuesta relajarse y desconectar al final del día. Esto, sumado a que dicho trastorno afecta a la regulación cerebral, o lo que es lo mismo, a los mecanismos del cerebro que regulan los ciclos de descanso, provoca una alteración de los patrones de sueño.

El TDAH es una condición crónica que sufre aproximadamente el 5% de la población infantil, de los cuales, en torno al 25%-50% presentan problemas para dormir. Por eso es importante que pediatras y médicos de cabecera reconozcan rápidamente los síntomas y puedan derivarlos a una unidad de sueño que les ayude a descansar correctamente.

Niños, sueño y TDAH

Tanto en niños como en adultos, la hiperactividad puede dificultar el poder establecer rutinas de sueño estables. A los problemas para conciliar el sueño, se añaden las veces que los pacientes de TDAH se despiertan en medio de la noche y las alteraciones del ritmo circadiano, lo que reduce drásticamente la calidad del sueño y la cantidad de horas que pasan dormidos. «Este ritmo acelerado impide que el cerebro pare su actividad y descanse, empeorando a su vez los síntomas del TDAH», explica la Dra. Irene Rubio Bollinger, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur.

En el caso de los niños, añade, «suelen mostrar dificultades para quedarse dormidos o se despiertan muchas veces, e incluso muchos tienen pesadillas con frecuencia. Problemas que tienden a acentuarse con el paso de los años, durante la adolescencia e incluso en la adultez».

El sueño, clave en la detección de TDAH

Los adultos con TDAH y problemas de sueño pueden sufrir olvidos, alteración de la concentración, somnolencia, o alteraciones del estado del ánimo (irritabilidad, fatiga…) durante el día; síntomas muy parecidos a los que presentan personas con alteración y fragmentación del sueño y motivo por el cual, aclara la especialista, «es importante preguntar a pacientes con sospecha o diagnóstico de TDAH por la presencia de alteraciones del sueño y síntomas diurnos».

Mientras que los pacientes con TDAH con síntomas de inatención presentan dificultades para conciliar el sueño, los que presentan síntomas de hiperactividad-impulsividad sufren más fragmentación del sueño. Diferencias clave, señala la Dra. Rubio, para «evitar que se establezca un diagnóstico precipitado de TDAH y se medique a un niño o un adulto que podría presentar simplemente un problema de sueño subyacente o en todo caso asociado a otros síntomas».

Principales problemas de sueño en niños

En el caso concreto de los niños con TDAH, relajarse al final del día cuesta todavía más, lo que retrasa la hora del sueño. Además, suelen despertarse en medio de la noche y tienen sueño inquieto o pesadillas. Una desregulación neurológica que provoca que duerman menos horas y que lo hagan con peor calidad, lo que empeora los síntomas durante el día. Entre los principales problemas de los niños con TDAH -comunes también entre los adultos- a la hora de dormir, la especialista señala:

• Insomnio: los niños muestran más energía antes de dormir que durante el día, lo que lleva consigo un mal descanso y altera el ciclo sueño. A estos niños les cuesta levantarse por las mañanas y suelen estar somnolientos durante el día.
• Alteraciones circadianas: los adolescentes con TDAH pueden mostrarse más alerta durante las horas previas a dormir lo que, unido a una secreción retardada de la melatonina típica de esta etapa, retrasa la hora de dormir.
• Apneas: Aproximadamente un tercio de las personas con TDAH sufren apneas del sueño. Una patología peligrosa que puede estar asociada al TDAH
• Síndrome de piernas inquietas: hasta el 50% de las personas con TDAH sufre esta patología que altera el sueño.
• Narcolepsia: habitualmente los adultos que sufren narcolepsia suelen haber experimentado síntomas de TDAH en la infancia.

La importancia de contar con un diagnóstico es clave para tratar estas alteraciones del sueño y mejorar el estado del paciente, ya que algunas medicaciones estimulantes prescritas para el TDAH mejoran el sueño, mientras que otras empeoran el descanso.

«Si además coexisten síntomas de ansiedad o depresión o mala higiene del sueño los problemas de sueño pueden agravarse», advierte la Dra. Rubio. «El tratamiento que aplicamos a este tipo de pacientes suele ser medicación que mejora los síntomas del TDAH, pero si además añadimos pautas de comportamiento y rutinas adecuadas podemos ayudar también a mejorar su sueño», concluye.