A pesar del confinamiento, los expertos piden que se acuda rápidamente a urgencias si tienen síntomas de ictus
La llegada de pacientes con ictus baja un 30% durante el estado de alarma.
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Cuando hablamos de salud el tiempo es oro, sin duda, ya que el hecho de poder identificar una dolencia o los síntomas de la misma en el momento adecuado puede ser crucial en la vida de los pacientes. Por ello, a pesar del confinamiento y la situación de crisis sanitaria en la que vivimos en este momento en España, es muy importante no descuidar ni las revisiones médicas rutinarias si tenemos alguna enfermedad crónica ni tampoco dejar de acudir al servicio de urgencias del hospital si percibimos síntomas que puedan poner nuestra vida en serio peligro.
El Dr. Jaime González-Valcárcel, Coordinador de la Unidad Territorial de Ictus de Quirónsalud en Madrid, aporta un dato preocupante con respecto a las consultas de pacientes con ictus durante el confinamiento por el coronavirus: «Se han reducido alrededor de un 30% las llegadas de pacientes».
La llegada de pacientes con ictus a urgencias baja un 30% en confinamiento
Un dato que no es, en absoluto baladí, porque desde el punto de vista neurológico, identificar un ictus a tiempo es un «factor fundamental», ya que, según advierte el Dr. González-Valcárcel, «los tratamientos aplicables para mejorar la circulación cerebral son muy eficaces, pero tan sólo si se realizan en las primeras horas después del inicio de los síntomas».
Hay que tener en cuenta, además, que en los hospitales de Quirónsalud hay circuitos limpios de Covid-19 para atender sin correr ningún tipo de riesgo a los pacientes que llegan con emergencias médicas que nada tienen que ver con el coronavirus.
En este sentido, el Dr. González-Valcárcel explica que, aunque la situación actual ha sido un reto sanitario sin precedentes, cada hospital ha organizado sus servicios de urgencias de la mejor manera posible para minimizar el riesgo de un posible contagio. «En las urgencias del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo por ejemplo, los pacientes con sospecha de ictus son dirigidos a un box limpio, y una vez realizadas las pruebas necesarias, y descartado que el propio paciente esté infectado, dirigidos a una zona de hospitalización en la que no hay pacientes infectados con coronavirus», señala.
Con este escenario, altamente preparado, el experto advierte que, a pesar del miedo que puedan sentir ante la pandemia, el ictus es «la principal causa de discapacidad neurológica para los adultos, y la segunda causa de mortalidad a nivel general». Por ello, añade el especialista de Quirónsalud, acudir con tiempo a los servicios de emergencia es tan sumamente importante para la vida de los pacientes. «El manejo de estos pacientes en su fase aguda por profesionales expertos en ictus en el seno de unidades de ictus ha demostrado mejorar el pronóstico de la enfermedad», aclara.
«Actualmente», prosigue el Dr. González-Valcárcel, «disponemos de tratamientos de revascularización, que, aplicados lo antes posible, reducen drásticamente el riesgo de secuelas importantes en pacientes con ictus, pero todo esto sólo es posible si los pacientes acuden inmediatamente a un hospital con unidad de ictus».
En estos espacios del Grupo Quirónsalud de Madrid, detalla el especialista, se pueden aplicar dos tipos de tratamiento para desobstruir las arterias. Por un lado, «el tratamiento fibrinolítico por vía intravenosa, que tan sólo es eficaz si se administra en las primeras cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas». Y, por el otro, explica, «la trombectomía mecánica, la retirada del trombo a través de un cateterismo. En ambos casos, el éxito del procedimiento depende directamente de la rapidez con la que se logre restaurar una correcta circulación cerebral».
¿Qué hacemos si sospechamos estar sufriendo un ictus o lo sufre alguien?
Ante la sospecha de un ictus, explica el especialista, lo principal es actuar con celeridad. Por ello, debemos llamar inmediatamente a los servicios de emergencia médica y explicar clara y concisamente los síntomas que tenemos. «Es preferible esperar la llegada de los profesionales en reposo y en posición horizontal, pero, en ningún caso», advierte, «se ha de tomar por su propia cuenta tratamiento alguno. Es preferible no comer ni beber nada hasta ser valorado por un médico». Y, no sólo eso, el paciente no deberá desplazarse por sus propios medios, y sobre todo no conducir para acudir al hospital. «Es preferible esperar a la llegada de una ambulancia medicalizada para el traslado», concluye.
Por un lado, especifica el Dr. González – Valcárcel, existen circuitos de código ictus que permiten que los pacientes sean dirigidos directamente a los centros con una unidad de ictus, con todos los medios necesarios para el tratamiento de estos casos en los mejores tiempos posibles. Y, por otro lado, asegura, los pacientes con ictus pueden presentar un empeoramiento durante el traslado a los centros que requieran una atención médica urgente especializada.
Explica también cómo poder identificar si uno de nuestros seres queridos sufre un ictus. Detalla el Dr. González-Valcárcel que hemos de sospechar que alguien podría estar padeciendo un ictus «si hay una aparición brusca de una dificultad para hablar, una asimetría de rasgos faciales, una pérdida de fuerza o de sensibilidad de un lado del cuerpo, una pérdida de visión o una inestabilidad con dificultad para mantenerse en pie o caminar».
Recuerda, no obstante, que «un gran porcentaje de pacientes se recuperan hoy en día completamente o quedan con algunas secuelas leves, que no condicionan limitaciones importantes en su vida diaria». Pero también, advierte el Dr. González-Valcárcel, «por desgracia, otros pacientes pueden tener secuelas a largo plazo, que van desde pequeñas molestias como pérdida de sensibilidad de una parte del cuerpo hasta limitaciones importantes como una pérdida de fuerza de un lado del cuerpo que limite completamente la movilidad del paciente o un trastorno grave del lenguaje que imposibilite la comunicación verbal».