Estos son los dos nuevos tratamientos contra el cáncer de hígado que ya hay en España
El cáncer de hígado es la tercera causa de muerte por cáncer y el sexto más común en todo el mundo
Esta opción terapéutica evidencia beneficio de supervivencia a 4 años en el tratamiento del hepatocarcinoma
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El cáncer de hígado es la tercera causa de muerte por cáncer y el sexto tumor más diagnosticado en todo el mundo. En España, cada año se diagnostican más de 6.500 nuevos casos. El cáncer de vías biliares (CVB) es un grupo de cánceres gastrointestinales poco frecuentes y agresivos que se forman en las células de los conductos biliares dentro o fuera del hígado (colangiocarcinoma) o en la vesícula biliar que requiere de nuevas alternativas de tratamiento eficaces.
Por fortuna, y de la mano de la farmacéutica AstraZeneca, se ha anunciado la disponibilidad de dos nuevas opciones de tratamiento para los pacientes con cáncer de hígado (hepatocarcinoma y cáncer de vías biliares). De esta forma, esta opción terapéutica muestra datos de supervivencia a 4 años en el tratamiento del hepatocarcinoma. En el caso del cáncer de vías biliares, actualmente existen escasas opciones terapéuticas, y se han alcanzado pocas mejoras en la supervivencia en las últimas décadas.
Ambos fármacos son anticuerpos monoclonales humanos: durvalumab6 se une a la proteína PD-L1 y bloquea la interacción de PD-L1 con las proteínas PD-1 y CD80, contrarrestando las tácticas de evasión inmunitaria del tumor y liberando la inhibición de las respuestas inmunitarias. Por su parte, tremelimumab7 es un anticuerpo monoclonal humano de tipo inmunoglobulina G2 (IgG2a) contra el antígeno 4 de los linfocitos T citotóxicos (CTLA-4).
El CVB en fase temprana a menudo se presenta sin síntomas claros, por lo que la mayoría de los nuevos casos de CVB se diagnostican en una fase avanzada, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y el pronóstico es desfavorable.
Aproximadamente entre el 5% y el 15% de los pacientes con CVB sobreviven cinco años; para los pacientes con enfermedad metastásica, la tasa de supervivencia a cinco años desciende a menos del 5%.
«El CVB es una patología con escasas opciones terapéuticas y pocas mejoras en la supervivencia en las últimas décadas, que requiere de nuevas alternativas de tratamiento eficaces. Por tanto, esta nueva opción terapéutica supone un avance para estos pacientes cuyo pronóstico, por desgracia, sigue siendo muy adverso. De ahí la importancia de seguir investigando y que la innovación llegue cuanto antes a los pacientes», señala el Dr. Andrés Muñoz, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, unidad de Digestivo y unidad de Fase I.
Los resultados exploratorios actualizados del ensayo de fase III TOPAZ-112 mostraron que este medicamento de AstraZeneca, combinado con el tratamiento de quimioterapia estándar, demostraron un beneficio clínicamente significativo [HR=0,76, (IC del 95%: 0,64, 0,91)] en la supervivencia global (SG) a largo plazo a los tres años en pacientes con CVB, y constituyen el seguimiento de supervivencia más largo registrado hasta la fecha en un ensayo global aleatorizado de fase III en este contexto.
Tasa de supervivencia
Alrededor del 75% de todos los cánceres primarios de hígado en adultos son carcinoma hepatocelular (CHC). Más de la mitad de los pacientes son diagnosticados en fases avanzadas de la enfermedad, a menudo cuando aparecen los primeros síntomas. El pronóstico del CHC en estadio avanzado es adverso, con una tasa de supervivencia a 5 años de sólo el 3,3%. Las enfermedades hepáticas que cursan con inflamación crónica son la causa más frecuente de CHC.
«El 25,2% de los participantes estaba vivo 4 años después del inicio del tratamiento con el régimen STRIDE frente al 15,1% con sorafenib. Hasta la actualidad, en el tratamiento del hepatocarcinoma ninguna opción terapéutica había demostrado este beneficio de supervivencia a 4 años, por lo que disponer de este nuevo recurso supone un gran avance para los pacientes y una nueva herramienta para los profesionales», señala el Dr. Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal en el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas.
«Estas dos nuevas opciones terapéuticas para pacientes con cáncer de hígado suponen un gran avance. Desde el Servicio de Farmacia Hospitalaria, nos alegramos de poder ofrecer nuevas alternativas terapéuticas, así como de facilitar toda la información que necesitan oncólogos y pacientes para un mejor conocimiento del arsenal terapéutico disponible y lograr entre todos una mayor adherencia. Tratamos de gestionar la información dirigida a estos pacientes y la accesibilidad que tienen a los farmacéuticos y somos conscientes de que, con los pacientes oncológicos, hay que personalizar mucho la relación con sus necesidades», incide Javier Letellez, farmacéutico hospitalario del área de oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
En este sentido, Ana Peiró, directora médica de Oncología de AstraZeneca España, asegura que «estamos comprometidos con mejorar las condiciones y calidad de vida de los pacientes con cáncer de hígado y trabajamos para redefinir el paradigma del tratamiento de estas enfermedades gastrointestinales con soluciones terapéuticas que podrían cambiar vidas y ofrezcan alternativas en casos de necesidades clínicas no satisfechas. Estas nuevas opciones terapéuticas suponen, además, el desembarco de AstraZeneca en el área de los tumores gastrointestinales y una gran innovación que nos acercan más a nuestro objetivo: que esta enfermedad pueda dejar de ser una causa de muerte».