ejercicio físico

Así es cómo debes bracear correctamente a la hora de correr

Así es cómo debes bracear correctamente a la hora de correr
Así es cómo debes bracear correctamente a la hora de correr

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Correr no sólo es una de las actividades físicas de moda sino también una de las más recomendables para disfrutar de una mejor salud. Múltiples son los beneficios de este ejercicio y casi inexistentes las contraindicaciones al momento de realizarlo. Así es cómo debes bracear correctamente a la hora de correr.

Es importante reconocer que no se puede correr mucho sin prestar atención a la técnica porque entonces nos estaríamos arriesgando a sufrir lesiones graves. Por ejemplo, las que pueden aparecer si no braceamos correctamente mientras corremos.

Cómo debes bracear correctamente a la hora de correr

Por esto el braceo al correr nos ofrece una serie de beneficios que harán que nuestra marcha sea correcta.

Mayor estabilidad

Uno de sus beneficios es que permite que tengamos una estabilidad mayor cuando corremos y no nos vayamos hacia los lados, por delante o atrás.

Sin irregularidades

Permite que, al estar más erguidos y controlando los brazos, notemos menos o nos podamos adaptar más a las irregularidades que encontramos en el asfalto o en la montaña. Esto hace que tengamos menos posibilidades de caernos.

Sin forzar

Cuando el braceo de brazos al correr es muy forzado entonces adoptamos una mala postura y esto hace gastemos mucha más energía de la que necesitamos y nos cansaremos antes.

Es entonces cuando los especialistas reconocen que ello debe hacerse lo más natural posible. Se recomienda entonces no elevar demasiado los hombros con el fin de que no haya lesiones ni contracturas. Así el movimiento debe ser natural.

Hacia el frente

Es importante destacar que debemos poner los brazos hacia el frente porque con ello tenemos fuerza que nos impulsa cada vez que corremos y vamos avanzando mucho mejor. Así que sabemos que no podemos dejarlos ni completamente estirados ni tampoco caídos.

¿Cómo hacer el braceo correctamente?

Hay diversas formas, pero una de ellas es dejar los codos en un ángulo de 90º o menos, con las manos encima de la cintura. También destacar que el braceo debe ser hacia adelante y luego hacia atrás para una mayor estabilidad general. Es importante dejar las manos relajadas.

Es algo que debe practicarse en nuestros entrenamientos para poder hacerlo cada vez mejor. Se recomienda por ejemplo usar la cinta de correr para tener una mayor estabilidad y ver cómo es nuestra posición en los brazos.

Y, entonces, especialmente cuando corremos o participamos en una marcha ya debemos haberlo hecho bien si no la carrera puede mermar por este tema.

El braceo es una de las partes fundamentales del movimiento que hacemos al correr, tanto como la zancada y la respiración. Muchos runners novatos cometen la equivocación de desatender la forma en la que ponen y desplazan los brazos y eso repercute negativamente en su rendimiento, además de exponerles a padecer molestias o dolores luego de cada sesión de entrenamiento.

La posición de los hombros

Lo primero es revisar que la posición de los hombros sea la adecuada, y para eso no tienes que ejercer ningún tipo de presión sobre ellos. Ni los hombros ni el cuello pueden estar contraídos cuando corres si no quieres acabar cada día con una contractura insoportable.

Precaución con la postura

Durante el entrenamiento, los codos deben permanecer en un ángulo de 90° moviéndose de atrás hacia adelante como trazando una línea paralela en la dirección hacia la que se avanza. Producto de esa postura, tus manos casi deberían rozar tus caderas cuando bajan. Asimismo, en el punto más alto del desplazamiento las manos deberían llegar hasta la altura de los codos.

Libera las manos

Otro fallo común es llevar las manos demasiado tensas, al extremo de que algunos runners incluso hacen la forma de un puño con ellas. Cuando haces esto malgastas energía innecesariamente, por lo que intenta que estén relajadas, liberadas de cualquier posible tensión.

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