Cómo envasar salsa de tomate para el invierno, sin vinagre
¿Probarás este método de cocción? Te lo recomendamos especialmente.
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Uno de los aspectos que nos suelen desanimar al preparar conservas es la necesidad de usar vinagre. A los niños no les gustan este tipo de platos y difícilmente podamos hacerlos comer un plato con tomates envasados de esa forma. Puede suceder que quisimos ahorrar haciendo conservas para tener salsa de tomate casera para el invierno… y nadie en la familia la quiere probar. Si quieres hacer esta receta aún más práctica y más rápida, tritura los tomates con una licuadora o batidora. Tendrás una pulpa de tomate sana para todo el invierno.
La solución es utilizar otros métodos de envasado. El que recomendamos a continuación es muy práctico, pues no requiere de cantidades exactas de tomates y podemos utilizar cualquier variedad. Además, es fácil de hacer, admite diversas variaciones y, gracias al ácido del tomate, la salsa casera se mantiene perfectamente durante mucho tiempo. Resulta muy agradable, al llegar el invierno, tener salsa de tomate casera, saludable, hecha en casa, sin tener que gastar en productos que no sabes bien qué contienen.
Ingredientes:
- Tomates
- Sal
- Frascos de vidrio con tapa hermética
- Aceite de oliva
Preparación:
- Coloca una cacerola con agua en el fuego. Cuando hierva, coloca los tomates y déjalos unos minutos.
- Sumerge los tomates en un recipiente con agua hirviendo, durante unos segundos. De esta forma, podrás retirar su piel muy fácilmente.
- Pela los tomates, quita las partes duras y córtalos como desees.
- Coloca los tomates en una cacerola y cocina a fuego lento.
- Cuando comience a hervir, agrega la sal a tu gusto y cocina 5 o 10 minutos más, revolviendo de vez en cuando.
- Prueba y añade, en su caso, un poco de azúcar para compensar la acidez de los tomates.
- Hierve los frascos de vidrio para esterilizarlos y llénalos con la salsa hasta el borde. Antes de cerrar la tapa, agrega una cucharada de aceite de oliva.
- Cierra bien, limpia el frasco y almacena en lugar fresco.
El resultado de esta conserva es una salsa de tomate líquida con algunos trozos de tomate, 100% natural, sin aditivos, conservantes ni ningún otro ingrediente. Es conveniente no agregar especias, sino incorporarlas al calentar la salsa de tomate cuando la necesites. Si no tienes mucho tiempo, también puedes triturar los tomates limpios sin pelar. De esta forma lograrás una salsa de tomate con piel, como la que encuentras en algunos tomates envasados.
Por último, si no vas a almacenarla durante mucho tiempo (por ejemplo, si quieres hacerla para tener la comida lista en la semana) no es necesario que la envases; puedes guardarla en cualquier recipiente, en la nevera.
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Temas:
- Tomates