¿Cocinar en ollas y sartenes de teflón es malo para la salud?

Durante mucho tiempo, se ha promocionado el teflón como uno de los grandes inventos en el universo culinario. Su “descubierta” ha permitido fabricar ollas, cacerolas y sartenes antiadherentes que, muchas veces, reducen el uso de materias grasas. No obstante, en los ultimos años, viene ganando fuerza la idea de que cocinar con teflón es malo para la salud. Pero, ¿qué hay de mito y de verdad en esta creencia? Te explicamos a continuación: ¡sigue leyendo!

¿Qué es el teflón y para qué se utiliza?

El politetrafluoroetileno (PTFE), conocido popularmente como teflón, ​ es un polímero similar al polietileno, pero en que los átomos de flúor sustituyen a los de hidrógeno. En la práctica, se trata de un poderoso antiadherente ampliamente utilizado en la producción de sartenes, ollas, cacerolas y otros utensilios culinarios.

Este material también se caracteriza por una gran resistencia al calor, a la humedad y la corrosión, pudiendo resistir a hidrocarburos, ácidos y una infinidad de disolventes orgánicos. Así como mantener su estructura intacta aun cuando es expuesto a temperaturas de 300ºC.

Otros puntos que han contribuido para la popularidad del teflón son la sencillez con que se limpia y el hecho de ser impermeable. No obstante, cabe resaltar que tiene otros usos más allá del universo culinario.

Entre otras cosas, el teflón se utiliza para revestir mangueras, conductos, cables e incluso aeronaves por su gran resistencia térmica. Además, algunos tipos de prótesis médicas y odontológicas incorporan este material en su confección.

¿Es cierto que cocinar con teflón es malo para la salud?

Lo cierto es que aún no existe un consenso sobre los potenciales efectos negativos del teflón en la salud humana. Desde hace varios años, se especula que cocinar con ollas y sartenes de teflón podría aumentar el riesgo de desarrollar diferentes enfermedades, entre ellas el cáncer.

No obstante, el problema no estaría propiamente en el teflón (es decir, en el politetrafluoroetileno o PTFE), sino en el líquido disolvente usado para fijar la capa antiadherente en los utensilios de cocina, denominado ácido perfluoroctánico (PFOA).

Hace casi dos décadas que la Agencia de Protección Medioambiental de EE. UU. (EPA) ha emitido un comunicado afirmando que la contaminación con PFOA podría suponer un riesgo para la salud pública. Y no sólo por la presencia de este tóxico en las ollas y sartenes de teflón, sino también en el agua contaminada. 

El teflón y los riesgos de contaminación por PFOA

Con el paso del tiempo, el teflón tiende a deteriorarse y, aunque mantenga su característica antiadherente durante años, puede liberar PFOA al entrar en contacto con los alimentos. Algo que podría agravarse si el usuario no limpia adecuadamente sus utensilios, favoreciendo el desgaste de la superficie.

En 2008, durante un congreso de Medicina de Familia, se ha dado a conocer que el PFOA ya era uno de los tóxicos ambientales más detectados en la sangre de los estadounidenses.

Una vez que penetra en el cuerpo, el PFOA tiende a imitar el efecto de ciertas hormonas. Por ello, podría favorecer el desarrollo de disfunciones de la tiroides, diferentes tipos de cáncer y esterilidad en humanos.