Los antibióticos no son los únicos culpables de las resistencias bacterianas

Por primera vez un estudio analiza el impacto de los antibióticos en el aumento de las resistencias en un periodo de 20 años

E. coli es una causa frecuente de infecciones que afectan al riego sanguíneo en todo el mundo

antibióticos
Los antibióticos son necesarios para tratar las infecciones bacterianas.

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Investigadores del Instituto Wellcome Sanger, la Universidad de Oslo (Noruega) y la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han colaborado para estudiar el impacto del uso de antibióticos en el aumento de bacterias resistentes a estos medicamentos durante dos décadas. El análisis se ha centrado en Noruega y Reino Unido y muestra que, si bien el uso más extendido de estos medicamentos ha dado mayor dimensión a las superbacterias, no es su única causa.

Lo que han hecho estos expertos ha sido una comparación genética de las bacterias que infectan a la población. Han comparado más de 700 muestras de sangre nuevas con 5.000 registros de bacterias en análisis previos para determinar qué factores están asociados con la extensión de la bacteria Escherichia coli (E. coli) resistente a los antibióticos.

Sus resultados se han dado a conocer en la revista científica Lancet Microbe, y muestran que el tipo de antibiótico y el perfil genético de la bacteria influyen en el ritmo al cual se aumenta su presencia. Conocer los factores más importantes de las resistencias bacterianas puede ayudar a diseñar estrategias de salud pública más eficaces para evitar la extensión de las infecciones causadas por estos patógenos, indican los investigadores.

E. coli es una causa frecuente de infecciones que afectan al riego sanguíneo en todo el mundo. La cepa responsable de estos casos suele estar en el tracto digestivo, donde no produce enfermedad. No obstante, si alcanza a la sangre por una situación en la que el sistema inmunológico está debilitado, puede provocar infecciones graves y poner en peligro la vida del paciente.

El reto de la resistencia antimicrobiana

La resistencia a los antibióticos es un reto para los sistemas sanitarios, sobre todo cuando las bacterias son resistentes a diversos antibióticos (bacterias multirresistentes o MDR, popularmente conocidas como ‘superbacterias’). Precisamente este tipo de patógeno es el que causa cada vez más infecciones. En Reino Unido, más del 40% de los casos de infección sanguínea por E. coli se deben a una variante que no responde al principal antibiótico que se usa en los hospitales del país.

Los autores han recordado que la resistencia de E. coli es variable entre países. Diversos estudios han analizado la cuestión de la resistencia, y se ha visto gracias a datos de monitorización que el empleo de antibióticos y la frecuencia de las infecciones resistentes están estrechamente relacionados.
Cuando conviven cepas resistentes y no resistentes de esta bacteria, algunas investigaciones han mostrado que es posible que la cepa no resistente sea la que prospera, pero se desconoce el motivo por falta de datos suficientemente amplios.

El nuevo trabajo ha comparado las variedades de E. coli de Noruega y Reino Unido, y ha explicado la diferencia en función del empleo de antibióticos. Así, han visto que en Reino Unido, donde se emplean un tipo de antibióticos conocido como betalactámicos, la incidencia de infección causada por la cepa multirrestistente es mayor. No obstante, puesto que se utilizan otros medicamentos, se analizaron otros factores y se vio que el perfil genético de la bacteria también influye.

Anna Pöntinen, parte del equipo de investigación, ha asegurado que gracias a los sistemas de registro de muestras ha sido posible ahora estudiar la cuestión a fondo. Su colega Julian Parkhill ha añadido: «Nuestro estudio sugiere que el uso de antibióticos es solo uno de los factores que explican la prevalencia de cepas resistentes y que la genética de la bacteria tiene mucho que ver».

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