La web de Begoña Gómez es la apoteosis de la ilegalidad
El empleo de fondos públicos de la Universidad Complutense -60.500 euros- para impulsar la web de la empresa de la mujer del presidente del Gobierno no sólo podría constituir un delito de malversación de caudales públicos o de posible apropiación de recursos públicos para obtener beneficios personales, como considera Vox tras las informaciones publicadas por OKDIARIO, sino que dicha web está plagada de ilegalidades.
No sólo no se han habilitado los avisos de cookies, sino que se salta las obligaciones legales de identificar al editor recogidas en el artículo 10 de la Ley de Servicios de Sociedad de la Información. Carece, por si fuera poco, del denominado aviso legal, no cumple con la obligación de información exigida por la normativa de protección de datos, ya que no cuenta con política de privacidad. Podría decirse que la ilegalidad es palmaria, por lo que podría enfrentarse a multas por incumplir de forma flagrante la normativa.
O sea, la página web creada con dinero público es un compendio de irregularidades, pues se salta todas las obligaciones legales. Emplear 60.000 euros en la creación de una web ilegal es la apoteosis del despilfarro. Aunque, evidentemente, lo más grave es que una institución pública utilice sus fondos para ponerlos al servicio de la mujer del presidente del Gobierno.
Begoña Gómez se ha apropiado presuntamente de recursos públicos para un proyecto empresarial de estricto carácter personal, pues la web lleva el nombre de su sociedad, Transforma TSC, de la que es administradora única. Como hemos informado, la sociedad se constituyó una semana sólo después de que se contratara la creación de la web Transforma TSC, como recoge la Plataforma de Contratación del Estado, el 14 de noviembre de 2023, por parte de la Universidad Complutense y con la firma de Begoña Gómez en los pliegos de encargo. Toda una obscena utilización de fondos públicos para mayor gloria del negocio empresarial de la esposa del presidente del Gobierno.