Twitter, contra la libertad

La decisión de Twitter de suspender la cuenta de la recién creada Asociación de Periodistas y Analistas por España (APAE) es un ataque frontal a la libertad de expresión y al derecho a la asociación que resulta incomprensible, salvo que los responsables de la red social entiendan que los objetivos de defensa del Estado de Derecho y de la Constitución y la oposición al cierre sectario en cuentas sociales son fines altamente peligrosos.

Tal vez el hecho de que la APAE mostrara su oposición al cierre sectario en las cuentas sociales ha llevado a Twitter a sentirse aludido y a responder con la misma actitud totalitaria de la que ha hecho gala en otras ocasiones. Parece evidente que el decálogo de intenciones de la Asociación de Periodistas y Analistas por España no ha sido del agrado de Twitter, que ha decidido suspender su cuenta con el argumento, falaz e inverosímil, de que se había publicado información privada de personas sin su consentimiento. Que Twitter diga quienes, porque la APAE sólo publicó un mensaje en el que se afirmaba que la asociación estaba abierta a todos aquellos profesionales que trabajen o colaboren en medios de comunicación. Y se adjuntaba un correo para facilitar la inscripción de aquellos que quisieran sumarse. Ese es el delito que, según Twitter, ha cometido la APAE.

Después de ver cómo se las gastan algunos, la Asociación de Periodistas y Analistas por España se reitera en sus objetivos y, todavía con más convicción si cabe, se reafirma en su firme voluntad de defender la libertad de expresión y el derecho a la información,  al tiempo que reitera su compromiso con la Constitución y el Estado de Derecho. Si a Twitter le molestan los fines de la APAE es señal de que la asociación resulta especialmente necesaria en unos momentos donde la libertad está seriamente amenazada.