Teniente general Isabel Díaz Ayuso

Ayuso

Isabel Díaz Ayuso merece ser teniente general, o almirante, o lo que desee, porque ha demostrado una dignidad y un arrojo digno de destacar a la hora de defender el lazo que une a la sociedad española con nuestras Fuerzas Armadas. Al contrario que Pedro Sánchez o Margarita Robles, ha demostrado que ella sí que entiende cuál es la misión del Ejército en una sociedad democrática. El marido de Begoña y la ministra de Defensa siguen chapoteando en la indignidad, usando a nuestros soldados para su basura partidista. Dan asco, y la sociedad española lo tiene cada día más claro.

Que el PSOE use a las Fuerzas Armadas para intentar desgastar a Ayuso forma parte de su naturaleza. Sánchez ha convertido al antaño partido socialdemócrata en una formación disolvente de nuestra sociedad, en un aparato de propaganda totalitario dispuesto a excluir a más de media España mientras regala a los partidos que la quieren destruir todo tipo de prebendas, desde amnistías hasta un canal de TVE para ellos solitos. Y por eso se permiten excluir a la presidenta de la Comunidad de Madrid de una jura de bandera civil, o vetan el desfile militar del 2 de mayo, porque su sectarismo no tiene límites.

Si a Salvador Illa le da por ir a una jura de bandera en Cataluña seguro que no tendrá ningún tipo de problemas para presidir el acto. Él es de los suyos, de la secta de Ferraz, y tiene barra libre para lo que desee. Desde pactar con Esquerra una quita del FLA de 17.000 millones de euros que pagaremos todos los españoles, a expulsar a la Policía Nacional de la Jefatura de Vía Layetana. Para Ayuso todo es imposible, para el president todo es un camino de rosas y de miles de millones de euros de dinero público. El que sobra para pagar a los propagandistas separatistas y falta para médicos en Zamora o para la dependencia en Ciudad Real.

Pedro Sánchez tardó en mandar todos los efectivos del Ejército necesarios para ayudar a los valencianos tras la DANA gracias al «si quieren ayuda, que la pidan». Y Pedro Sánchez intenta romper todos los vínculos entre las Fuerzas Armadas y el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El patrón que sigue el líder del PSOE es siempre el mismo: a lo que él denomina «fachosfera» ni agua, ni apoyo ni protección del Estado. Al contrario, intenta usar toda la maquinaria del poder para hundir a los que él considera como sus enemigos: desde Isabel Díaz Ayuso a Alberto Núñez Feijóo, pasando por Pablo Motos. Guante de seda para los golpistas como Oriol Junqueras o Carles Puigdemont, puño de hierro para los jueces que defienden el Estado de derecho.

De ahí la importancia que Ayuso siga denunciando una y otra vez las tropelías de un Pedro Sánchez que ataca nuestros derechos civiles. De ahí que su valentía sea necesaria como defensora del papel del Estado como protector de los ciudadanos, y no como aniquilador de rivales políticos, diga claro y alto lo que muchos no podemos decir. Y, sobre todo, que siga defendiendo el papel de nuestros soldados, policías y guardias civiles, que son los garantes de nuestra seguridad ante un presidente del Gobierno empeñado en destrozar España. Algún día, cuando derrotemos en las urnas a la coalición sanchista, habrá que reconstruir nuestro país y nuestros soldados y nuestras fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado harán más falta que nunca.

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