La soldado Francisco Javier
A finales de febrero de 2023, una semana después de que el Congreso aprobase la Ley Trans, la entonces ministra de Igualdad, Irene Montero, concedió una entrevista a la Cadena Ser en la que dijo que iba a desmontar «uno por uno los bulos contra la Ley Trans». Uno de aquellos supuestos bulos que la ministra iba a desmontar se concretó en la siguiente afirmación realizada por el periodista: «Me estoy duchando en el gimnasio y entra alguien que se ha declarado mujer, pero con un aparato genital masculino y yo no le puedo decir nada porque legalmente es mujer».
A esta afirmación, de la que parecía deducirse que podrían existir algunas mujeres que se sintieran violentadas si se les obligase a compartir duchas y vestuarios con transexuales con cuerpo de hombre, la ministra contestó: «Ningún agresor sexual necesita vulnerar un espacio seguro para agredirnos sexualmente… No necesitan ir a un vestuario o a un espacio seguro de mujeres porque el patriarcado es eso, es que hay una cultura de la violación. Pero en todo caso, detrás de esa pregunta está una presunción… que es que las mujeres trans no son mujeres o, según qué mujeres trans, si no están operadas o no se han hormonado, no son mujeres, o no son suficientemente mujeres». O sea, que el problema lo tendría la mujer que se sintiera violentada porque un transexual con cuerpo de hombre tuviera derecho a entrar en su ducha.
La soldado Francisco Javier mide casi dos metros, tiene barba, viste ropa masculina, pesa más de 100 kilos de músculo, sus brazos son tan fuertes como los de un estibador portuario y tiene un cuello tan grueso como el de un culturista, por el que asoman unos coloridos tatuajes. «Me gusta mi cuerpo, soy feliz con él y no pretendo cambiarlo». Explica, además, que a ella le gustan las mujeres, pues es lesbiana. Y el caso es que la soldado lesbiana Francisco Javier, con cuerpo de hombre, pretende ducharse junto a sus compañeras de trabajo, hacia las que afirma sentir atracción sexual.
Es posible que la soldado Francisco Javier escuchara la entrevista a la ministra y su respuesta le llevara a dar un paso adelante, porque un mes más tarde, en marzo de 2023, aún participó en un programa de First Dates, como hombre que buscaba novia, apodado Chico. El caso es que, incentivado por las palabras de Irene Montero o no, poco a poco se dio cuenta de que siempre sintió «algo raro»; «por ejemplo, soy esteticista, y me siento mejor hablando con mujeres que con hombres», explica. Así que le preguntó su opinión a su hija, que tiene diez años, y como ella le dijo que no le importaba, se fue al Registro Civil, se ratificó en su decisión tres meses después, el juez emitió una sentencia dictaminando que ya es mujer y le dieron un nuevo DNI que así lo acredita, aunque tampoco ha querido cambiarse de nombre y se sigue llamando Francisco Javier, alias Chico.
A partir de ahí la soldado Francisco Javier ha dirigido todos sus esfuerzos en conseguir que le dejen ducharse junto a sus compañeras de cuartel y le permitan usar el vestuario femenino al mismo tiempo que todas las demás. «Solicité el uso del vestuario que me correspondiera, que entiendo que debe ser el femenino, pues soy una mujer», explica. Pero la cosa no salió como quería. Le informaron de que, dada su nueva condición, no podía seguir usando los vestuarios masculinos, pero que como los femeninos tienen un nivel de ocupación del 110%, mientras se realizan obras de adaptación, tendrá que ducharse ella sola en unos horarios diferenciados a los de sus compañeras, lo que para ella resulta en una clara discriminación por haber cambiado de género. «Si hay una ley que me permite ser mujer y ejercer mis derechos como tal, ¿Qué problema hay?», se pregunta.
Volvemos al principio y recordemos que la ex ministra Irene Montero es la misma que, a propósito de su ley de sí es sí, afirmó aquello de que «no se conoce ni se va a conocer una sola reducción de penas, es propaganda machista» y a diciembre del año pasado la cifra se elevaba ya a 1.233 reducciones de pena y 126 excarcelaciones de violadores y pederastas. La misma que respecto a su Ley Trans afirmó que el problema lo tendrían las mujeres que sintieran que la soldado Francisco Javier no es una mujer y se sintieran violentadas cuando Chico pretendiese ejercer su derecho a ducharse junto a ellas. Esa Irene Montero que el próximo mes de junio va a ser la candidata de Podemos en las elecciones europeas gracias al voto de la soldado Francisco Javier.
A casi todos nos da lo mismo que la soldado Francisco Javier se sienta mujer y la inmensa mayoría respetamos ese sentimiento, pero de eso no va la Ley Trans. Esa ley de Irene Montero y Pedro Sánchez va de que la soldado Francisco Javier, con su enorme cuerpo de hombre y su atracción sexual hacia las mujeres, ahora tenga razón cuando afirma que tiene derecho a ducharse junto a cualquier mujer, como puedes ser tú, tu madre, tu esposa, tu hermana o tu hija menor o adolescente. Piénsalo cuando vuelvas a ir a votar.
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