Si Torra insulta al Ejército es porque tiene miedo

Si Torra insulta al Ejército es porque tiene miedo

La ofensiva, por tierra, mar y aire de todo el separatismo, sin excepción, contra la Unidad Militar de Emergencias, y por elevación hacia todo el Ejército, demuestra una cosa. Que tienen miedo. Pero no miedo a los tanques, o a los aviones militares. Están atemorizados porque la gran labor que está haciendo la UME muestra sus vergüenzas, porque mientras estos soldados acondicionan en tiempo récord el recinto de IFEMA para acoger un hospital de campaña, los consejeros del Govern y sus aliados antisistema son incapaces durante semanas de reaccionar para ayudar a superar la grave crisis sanitaria que estamos viviendo. De ahí que un concejal de la CUP amenazara, si pillaba el coronavirus, con “estornudar” a los soldados. O que los autodenominados CDR monten caceroladas contra los militares. Por puro terror.

JxCAT, ERC y la CUP, que se odian a muerte por mucho que parezca que tienen un objetivo común, se han unido en sus ataques al Ejército. Cuando no es Miquel Buch, el consejero de Interior, el que desprecia la ayuda militar, lo es Alba Vergés, la consejera de Sanidad. Y cuando no es un miembro del Govern, le llega el turno a Maria Vehí, la esperpéntica portavoz de la CUP en el Congreso de los Diputados, que aprovechando el pleno para ampliar el plazo del estado de alarma dijo que había que “cambiar de canal para que los pequeños no tengan miedo cada vez que ustedes sacan a pasear a los militares en las televisiones de la mayoría de familias del Estado Español”. El Ejército que salva vidas no da miedo, el fanatismo de los separatistas sí, cuyo fanatismo les lleva a usar a los más pequeños con fines políticos, llenándolos de esteladas y adoctrinando en las escuelas. Ellos sí que asustan a los niños.

La UME desinfecta aeropuertos, construye hospitales de campaña, realiza labores de asistencia en las residencias de mayores y mucho más. ¿Qué hacen Torra y los suyos? Ser incapaces de dotar a los hospitales públicos catalanes de material sanitario. Si los médicos y el personal auxiliar se están contagiando por docenas es por la nula capacidad de previsión de la Generalitat, que tuvo semanas de tiempo cuando estalló la crisis en China para hacer acopio. Pero el inhabilitado president estaba demasiado ocupado en convocar elecciones en diferido, y Esquerra en pactar los Presupuestos del Govern. O preparando el mitin de Perpiñán. Y cuando les estalló la pandemia sólo han sabido recurrir al “España nos mata” y al “no queremos militares”. Ni una sola medida efectiva. Ni una sola muestra de capacidad de gestión. Propaganda e insultos al resto de españoles. No han sabido pasar de ahí.

Ténganlo claro. Cuanto más gritan, es que más miedo tienen. Cada cama que la UME habilita, cada anciano que salva, cada instalación que desinfectan es un golpe en el estómago a unos partidos independentistas que han convertido el gobierno autonómico en su juguete para jugar a construir una Cataluña imaginaria. Por eso insultan a nuestros soldados. Porque mientras sus radicales que se tapan la cara con esteladas sólo han sabido quemar contenedores, insultar y atacar a constitucionalistas, los soldados que llevan la rojigualda bordada en sus uniformes se dedican a ayudar a los que más sufren. De ahí que ni Torra ni Junqueras quieran ver a los militares trabajando en las calles catalanas. Porque dejan al descubierto las vergüenzas de un separatismo que no sabe construir, sólo destruir. Que no soluciona problemas, sino que los crea. Que no ayuda, sino que entorpece.

Cuando Torra se ha dedicado desde el primer momento de la crisis a torpedear cualquier tipo de ayuda o de coordinación que viniera del resto de España es porque ya tiene su guion escrito. Es el “España nos mata y si Cataluña fuera una República salvaríamos vidas porque nosotros somos más eficaces que esos españoles que son un país atrasado”. Y en este relato les molesta que existan unos soldados, con la rojigualda por enseña, que salvan vidas mientras ellos destruyen conciencias. Por suerte, ya sólo engañan a los convencidos, porque millones de catalanes agradecen que la UME, como la Guardia Civil, la Policía Nacional o cualquier otro cuerpo del Estado que pudiera hacerlo, venga a ayudar. Y bien agradecidos que estamos.

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