República Confederal (bolivariana): El consejo de Puigdemont a Sánchez para superar sus problemas
Tras tanto ultimátum a Sánchez por parte del prófugo de la Justicia residente en Waterloo, Junts quiso que quedara claro que esta vez la ruptura con el sanchismo iba en serio y que ya no había vuelta atrás. Así lo enfatizaron los portavoces de su partido y del grupo parlamentario Jordi Turull y Miriam Nogueras respectivamente, en numerosas declaraciones ante los medios.
Bien es cierto que «obras son amores y no buenas razones» y que no han dado ningún paso relevante para que sus afirmaciones se vieran confirmadas por sus actos, teniendo en cuenta que con sus siete votos podrían hacer caer al gobierno en cuanto quisieran si esa voluntad fuera auténtica. Pero finalmente ha sido su jefe supremo quien ya ha dado la prueba de que sus palabras al respecto «se las lleva al viento». Y esta vez lo ha hecho nada menos que desde el diario «progresista» El País, mediante un artículo de opinión publicado en la edición de ayer domingo bajo el título de que La única salida que tiene el socialismo español es la ruptura.
Es un texto que merece ser conocido para darse cuenta de quien es Carles Puigdemont, que tiene en sus manos nada menos que el gobierno de España: gracias a Pedro Sánchez y su actual PSOE. La tesis que defiende en dicho artículo es que todas las calamidades que actualmente padece el jefe sanchista son consecuencia del contenido del Pacto de Bruselas que acordó con él para mantenerse en el gobierno, (pese a haber perdido las elecciones del 23J).
En su opinión, las «estancadas y siempre turbias aguas, de la España profunda», ya se agitaron tras conocer las cuatro causas de su contenido que según el han provocado la actual situación de crispación y división social que evocan otros periodos convulsos de nuestra Historia que acabaron en guerras y dictaduras. Y que por cierto quiere dejar claro que no le afectan como español- que «no lo es , ni por voluntad, identidad o sentimiento» sino por «mera obligación»- pero que si le interpela «como demócrata europeo y en particular como independentista catalán». Y señala que esto pasa por no aplicar la «democracia radical» para solucionar los conflictos.
Esas cuatro causas que menciona serían 1), su relato -que podríamos interpretar como la exposición de motivos del acuerdo, y que habría acabado con el establecido por el poder español- mediático, económico, político y judicial contra el proces. 2) Remitir el origen del problema a 1714 a Felipe V, y por supuesto a la actual Monarquía. 3) Las comisiones para investigar la guerra sucia contra el independentismo, y 4) la amnistía.
Ahora los problemas que acechan al sanchismo son porque «les han enviado a la misma sastrería en la que le fabricaron a ellos los trajes a medida». Así para él, si Santos Cerdán ha estado casi cinco meses en Soto del Real y con muchas posibilidades de volver a pasar una más dilatada temporada a no mucho tardar, es consecuencia de haber sido cosignatario del mismo. Igual que los problemas del Fiscal General alineado con el gobierno, son por tratarse de una pieza clave para aplicar la ley de amnistía, etc.
Para hacer frente a esa situación en que está sumido Sánchez, su consejo es que rompa con el consenso de la Transición que alumbró la Constitución española de 1978. Y que reconozca el derecho a la autodeterminación como el PSOE había defendido durante años, y rompa con la Monarquía. Es decir, que apueste por una República Confederal como forma de Estado, y que reconozca el derecho a la autodeterminación de las naciones que la componen.
Ya se comprueba el concepto de la democracia parlamentaria occidental que tiene el ex presidente de la Generalitat y de Junts. En un principio quedaba pendiente que explicara en qué consiste esa «democracia radical» que él aconseja para superar «los conflictos». Pero ya que para él el proces fue una iniciativa política para solucionar el «conflicto catalán», tal parece que la radical democracia que aconseja sea esa. «Lo que mal empieza mal acaba» y la incontrolada ambición por el poder de Sánchez, tras no poder gobernar con el voto de los españoles, le llevó a pactar con Otegi y Puigdemont para conseguirlo. Y así está España con él.