Presupuestos: la casa de Tócame Roque

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Presupuestos: la casa de Tócame Roque

No acierto a entender la razón de tanto alboroto ante los últimos Presupuestos Generales de Sánchez. Sinceramente. Puede prometer una isla en el Caribe a cada uno de los españoles; un Cadillac que se mueva con el viento; un viaje a la noche parisina e, incluso, un paseo por Marte. Todo es mentira.

¿Qué anuncia el mayor gasto social de la historia de España? Se lo debe creer el último pastor de las Hurdes, si es que existiese ya, porque todo aquel que le conoce sabe es una trola más. Esto que escribo es tan real como que la ministra de Economía sabe que, aunque el Gobierno tenga voluntad de cumplir, sencillamente no puede. Ni tiene dinero para la orgía de compromisos adquiridos y promesas desparramadas, ni aunque lo tuviera le iban a dejar en Europa practicar el peronismo puro y duro. En eso se resumen el proyecto de Presupuestos: Perón y Evita revividos.

Una de las cosas que más me sorprenden -¡es un decir!-es que con la pléyade de asesores que rodean al presidente, ninguno de ellos le haya dicho algo tan obvio como esto: la inmensa, inmensísima mayoría de españoles no quiere limosnas, ni migajas, ni caridades. Esa inmensa mayoría quiere mantener su puesto de trabajo si lo tiene y la otra mayoría en paro desea encontrar un puesto de trabajo digno. Punto y pelota.

Nada de ello se vislumbra ni por asomo en las grandes cifras que hemos conocido del proyecto presupuestario 2023. Nada que haga pensar que el Gobierno lo que persigue es crear empleo, que es lo mismo que riqueza. Nada que invite a los empresarios a invertir y mantener a salvo sus compañías. Nada que estimule a emprendedores de nuevo cuño a montar y llevar a cabo un proyecto que involucre al talento y la inversión. Estos Presupuestos, que empeorarán durante el trámite parlamentario a buen seguro, sólo pretenden repartir miseria y con ello se conforman. Porque entienden, está en su ADN histórico e ideológico, que la voluntad de levantar empresas solventes y duraderas tiene todo que ver con el “fascismo”, la avaricia, la insolidaridad y la caverna. Este es su problema. Sólo creen en lo que dominan y ese predio no pueden dominarlo porque ni siquiera serían capaces de gestionar una mercería.

Sánchez, una vez aprobados sus Presupuestos se olvidará de ellos y perpetrará otra cosa para ganar las elecciones. Sumando engaño tras engaño.

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