Política de Estado, política basura

Política de Estado, política basura

Superada la dictadura quisimos construir una nación de ciudadanos con derechos y fallamos; nos arrastramos hacia el basurero de la historia. Los políticos de los últimos 40 años son responsables. Desde que Adolfo Suárez planteó a los políticos franquistas el referéndum por la reforma política, para cambiar las leyes del Movimiento Nacional dando paso legalmente a la democracia, España ha recorrido un largo camino. La clase política capaz de elaborar una Constitución de consenso, desde la derecha procedente del franquismo de Manuel Fraga al comunismo perseguido y en el exilio de Carrillo, sentaron los pilares que en décadas posteriores han ido derruyendo sus herederos.

El 23F determinó una interpretación de la Constitución menos social; el terrorismo favoreció el aislamiento, la pompa, el boato, el dispendio, escoltas, coches oficiales y gastos inventados por la casta política con la excusa de su existencia, y los eventos del 92 hicieron ver a corruptos y ladrones que en España se podía robar impunemente por falta de controles. Aquella esperanza de ser una sociedad libre, justa, democrática y de bienestar es hoy un país confundido, dividido, con el virus del separatismo y el regreso del comunismo bolchevique (ensalzando dictaduras desde el Consejo de Ministros), con millones de pobres y despreciado en la esfera internacional.

La política de Estado cambió con Aznar cuando anunció que ni el terrorismo escapaba a la crítica política. Las razones de Estado pasaban a ser secundarias. Aznar excarceló terroristas, trató de negociar con ETA incluso cuando mataba mientras el PSOE se mantuvo como un partido de Estado. Prueba de ello, el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito por Zapatero (2000). En 2003 ETA asesinó a dos policías en Navarra; Aznar y Acebes acudieron al funeral en la catedral de Pamplona siendo ovacionados al llegar (mientras liberaban presos de ETA) y Zapatero abucheado. Yo estaba allí.

Cuando ZP llegó al Gobierno el PP volvió a ser el partido antisistema con Rajoy hasta alcanzar el poder. En oposición a Rajoy el PSOE se rompió entre quienes querían seguir siendo un partido de Estado y los “sanchistas” -que ganaron-, ocupando el Gobierno con moción de censura apoyada en el comunismo bolchevique, independentistas y filoterroristas. El PSOE llegó al Gobierno tras haberse convertido en partido antisistema. Pedro Sánchez cambió al PSOE de políticas de Estado por el populista, dividiendo a la sociedad y pactando con los enemigos de la nación. Un presidente volcado en vender humo con propaganda mientras millones de personas están en la pobreza y decenas de miles en colas de hambre. Hoy el “sanchismo” y el PP son lo mismo: exigen apoyos si tienen el poder y son antisistema en la oposición. Los independentistas, Marruecos, los que quieren liquidar el régimen del 78, la Constitución colocando en la diana la Monarquía (UPodemos), campan a sus anchas. Los enemigos aprovechan la debilidad del Gobierno de la nación.

Para salir del laberinto el PSOE debe volver al partido de Estado que era antes de Sánchez y el PP al de antes de Aznar. Deben cambiar discursos de propaganda por políticas sólidas de interés general o hundirán (más) a los españoles y la nación. De seis millones de parados, trece millones en la pobreza, decenas de miles en colas de hambre ustedes, casta política, son los responsables. Les importa más su poder que la nación y su ciudadanía. Hacer frente a un dictador que quita hijos a sus familias con engaños, los mete en tu país y cierra la frontera para que sus padres no puedan recogerlos exige políticas de Estado, no políticas basura.

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