El PNV negoció con una organización criminal la investidura corrupta de Sánchez

Vamos a ver: si el Partido Nacionalista Vasco ha salido corriendo a desmentir las afirmaciones «mentirosas» en sede judicial de Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE y actualmente en prisión por supuestamente liderar una red corrupta, habrá que concluir que los nacionalistas vascos asumen que las negociaciones con el PSOE para investir a Pedro Sánchez presidente en la moción de censura de 2018 y tras las elecciones de julio de 2023 se llevaron a cabo con un «mentiroso», porque de lo que no cabe duda es de que el anterior secretario de Organización del PSOE estuvo en la pomada, como reconoce el PNV.
Cerdán ha dicho que fue su socio en Servinabar, Antxon Alonso, quien movió los hilos para que el PNV apoyara la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez en la Moncloa. La acusación ha provocado la indignación del PNV, quien ha salido a desmentir al hasta hace nada número 3 del PSOE.
«En los días previos a la moción de censura contra Mariano Rajoy», representantes del PNV se reunieron en Madrid con José Luis Ábalos y el propio Cerdán a solicitud del PSOE. «Esta reunión, la única que se mantuvo con la dirección del PSOE, contó con la presencia de Joseba Aurrekoetxea y Aitor Esteban, en aquel momento portavoz del Grupo Vasco en el Congreso», han explicado desde el PNV. Perfecto. O sea, que el PNV asume que negociaron directamente ya no solo como un «mentiroso» como Cerdán, sino con los jefes de una organización criminal.Y, sin embargo, ahí siguen, mareando la perdiz -que es tanto, en las actuales circunstancias como seguir erigiéndose en salvavidas de Pedro Sánchez-.
El PNV asegura que «la estrategia de defensa de Santos Cerdán ante el Supremo se basa en la mentira», como demuestra su afirmación sobre la relación con Alonso que supuestamente facilitó el voto favorable del PNV a la moción de censura. Está bien que el PNV rechace «de forma tajante los intentos de vinculación con el caso Cerdán-Ábalos-Koldo» y son muy loables sus críticas a las prácticas «que dañan el prestigio de las instituciones y la confianza ciudadana», pero la confianza ciudadana también se daña desde la hipocresía. Y en eso el PNV ha hecho cumbre. Golpes de pecho a estas alturas, no. Porque si Cerdán es un «mentiroso», es tu mentiroso, Aitor.