El plan “antibloqueo” de Sánchez
Pedro Sánchez, continuo embustero y presidente en disfunciones, le reveló a Ana Rosa Quintana en T-5 la última patraña que ha urdido para afrontar su pesimista percepción de lo que le darán las urnas el 10-N. Ante el asombro de la comunicadora, el iluminado desnudó, con total impudicia, sus taras mentales y habló de un gran proyecto que, como toda moneda, por falsa que sea la suya, tiene dos lados opuestos: la adaptación a aquellos regresivos tiempos del latrocinio socialista, o la inadaptación a una época nueva que busca olvidar aquel saqueo feroz y que, por supuesto, no le interesa. Le place estar de okupa en Moncloa, donde hay poco que hacer. Cree ser el dueño del palacio y no admite mudanza.
Analizaré ese gran proyecto que, Ana Rosa escuchó educadamente, con la elegancia que atiende a todo el mundo. El vidente expuso, por decir algo, “su plan antibloqueo”. Los imanes del poder ya le habían convertido en un ser más estúpido de lo que era. ¿Cómo puede tener un plan “antibloqueo” e iniciar la campaña humillando a sus cuatro adversarios (C´S, PP, UP y VOX), riéndose de unos oponentes con los que habría de desbloquear el lío en el que nos ha metido? ¿Será otro ardid para embaucar a los partidos que traguen y le permitan formar gobierno? ¿Nadie avisó al fantoche que el autobombo acaba en autodecepción? ¿Acaso es un plan para anular a quien aporte luz y dé salida a su oscuro laberinto? Su plan no es otro que vaguear en La Moncloa, con lo cual seguiremos bloqueados. Menuda chapuza de plan. Menudo soplagaitas sin rumbo.
Suprimir las vacaciones parlamentarias hasta pasado diciembre es otra trampa para que suden los esbirros y poder presentar, en 2020, unos gastos inusitados, con tal de retener entre sus ávidas garras los Presupuestos Generales del Estado del vampiro Montoro, todavía vigentes. Pues no en vano su tesis, Cum Fraude, le encumbra como doctor de paja en economía, siendo sinónimo de ruina y despilfarro. Lograr en las urnas una mayoría amplia, en la que ni él cree, sería un viaje – ida y vuelta – al éxtasis y, de no lograrla, se iría a tomar vientos o, directamente, a tomar por saco. Zeus quiera que mengüen sus votos y se interrumpa el orgasmo del ególatra, dando razón a esa gente que sueña con tener otro presidente que se preocupe por ella.
Hasta las encuestas lo atestiguan. Pablo Casado, un David firme con la honda cargada de convicciones, puede noquear a Pedro Sánchez, un gigante de algodón conocido por el filisteo Goliat, fantasma lleno de antojos y vacío de músculo. Así anda la lucha, bíblico/a-electoral. David se deja el alma por el país en el que cree y Goliat apenas se preocupa de su ego. Los demás outsiders, también deben tenerse en cuenta. Las bravas y leales falanges de VOX alcanzan la luna en las encuestas y los muy nobles C´S, buscan el podio, a sabiendas de que nunca defraudan. UP, tras la dispersión de sus tribus y las vejaciones a las que han sido sometidos por Sánchez, esperan la hora de rajarle el gaznate. El payaso Errejón, lindo títere de moda, pasa de puntillas como una bailarina volátil sobre las encuestas del 10-N.