Lo que faltaba: el Imserso en peligro
El programa del Imserso del llamado “turismo social”, tras 35 años de existencia con un éxito razonable está en peligro. Durante esos cinco lustros millones de españoles en edad de jubilación -generalmente de clases medias y bajas-han podido conocer España a través de viajes baratos. Por un lado, el Estado subvenciona con un dinero a los empresarios y, por otro, los empresarios mantienen abiertos sus hoteles ofreciendo paquetes asequibles y pagando a sus trabajadores e ingresando a la Seguridad Social, llenando con esos viajes la temporada baja. Funcionó bien con gobiernos socialistas y con los populares. Es la única forma de que millones de jubilados puedan conocer las partes de su país que no han tenido posibilidad de conocer a lo largo de toda su vida.
Ha tenido que llegar un gobierno “radicalmente de izquierdas” (Sánchez dixit), que tanto presume de trabajar por “la gente”, para que uno de los pocos inventos satisfactorios y longevos de antaño se ponga en cuestión. La ministra de los llamados “Derechos Sociales”, Belarra, y la de Turismo, Maroto, andan tirándose los pelos del moño por ver quién se lleva el Imserso al agua.
La podemita, empeñada en demostrar que a estalinista no le gana nadie -¡entérate Yolanda!-, ha decidido que el Estado (que confunde permanentemente con el Gobierno) sólo abone 20 euros por día y persona agraciada con un ticket de viaje alcanzado a través del mencionado programa. Naturalmente, los hoteleros se han negado en redondo al entender que con esa cantidad no llega ni para cubrir en las actuales circunstancias ni la luz y mucho menos las tres comidas que ofrecen a sus clientes privilegiados. Se lo han hecho saber a su interlocutora gubernamental (Maroto) que, con buen juicio, por una vez, se ha puesto del lado de los emprendedores demostrando, al menos, una miaja de realismo.
El choque no se ha hecho esperar. Belarra, por un lado, quiere demostrar a los empresarios quién manda aquí y Maroto, a su vez, dejar bien claro que la competencia le compete, valga la redundancia. Con 20 euros parece que no habrá Imserso. Si, finalmente, no se halla una solución los jubilados más pobres se quedarán en sus casas. A los expertos en la materia no les sorprende la situación. Nada más llegar al Gobierno, los podemitas no pretendieron que la Tercera Edad viajara más y mejor, no. Lo que pretendieron es el control total para venderlo electoralmente. Sería millón y medio de votos, según sus cuentas. Ya se sabe que cuando más sube el mono más se le ve las vergüenzas…
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