La ‘guerra’ de Sánchez contra Israel nos está saliendo muy cara

Sánchez Israel

Parece evidente que la posición del Gobierno de Pedro Sánchez tras el ataque terrorista contra Israel en octubre de 2023 y la respuesta posterior de Tel Aviv bombardeando Gaza no ha sido un ejemplo de equilibrio, puesto que se ha puesto del lado del pueblo palestino criticando con dureza al Gobierno hebreo. Y eso, claro está, ha tenido consecuencias: las exportaciones a Israel cayeron en 452 millones entre noviembre de 2023 y junio de 2024 en comparación con el mismo periodo anterior (de noviembre de 2022 a junio de 2023). Los datos son elocuentes: de noviembre de 2022 a junio de 2023, las exportaciones de España a Israel alcanzaron los 1.529.154.584 euros, mientras que de noviembre de 2023 a junio de 2024 la cifra descendió a 1.067.702.118 euros, lo que supuso una caída de 452.452.466 euros. Un retroceso del 29,5%.

Dicho de otro modo: Israel nos ha cerrado, en buena parte, el grifo de los pedidos, y ya no nos tiene entre sus clientes preferidos. Lo malo es que el hecho de que Sánchez, en lugar de optar por la prudencia, tomara partido de forma tan descarada lo han pagado, sobre todo, las empresas españolas. Vox presentó una pregunta parlamentaria muy clara para saber el «coste comercial» del «deterioro» de las relaciones entre España e Israel. Y el Gobierno de Sánchez contestó con las cifras antes mencionadas, pero echando la culpa al panorama internacional: «A lo largo de 2023 se pudo ya observar la ralentización de las exportaciones españolas, en gran parte debido al entorno de incertidumbre que condujo a una depreciación importante del shekel, perjudicando a las exportaciones europeas». Y trata de confundir subrayando que antes del conflicto las exportaciones ya caían un 3,44%. Sí, claro, pero después ese porcentaje negativo creció hasta casi el 30%. Eso son palabras mayores y no las torpes excusas del Gobierno. Eso de que «la continuidad de la guerra en el tiempo y el riesgo de ampliación del conflicto hacia una guerra regional no auguran un buen comportamiento de la economía de Israel en el año en curso» suena a pretexto. Lo cierto es que atacar a Israel nos está saliendo, como país, muy caro. Pero claro, eso no lo paga Pedro Sánchez.

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