A este paso Marlaska termina cerrando Galapagar

A este paso Marlaska termina cerrando Galapagar

A este paso, el Ministerio del Interior termina declarando la zona donde vive la pareja Iglesias-Montero área vedada al tránsito y obliga a los vecinos a no moverse y guardar silencio. O cierra Galapagar, que nada es descartable. Fernando Grande-Marlaska ha destinado al cuartel del municipio donde vive la pareja ministerial nueve agentes de la Guardia Civil más. Se trata de 7 agentes en prácticas que estarán al menos hasta mayo y que ya están operativos y otros 2 más con plaza fija que entrarán en los próximos meses. Parece obvio que el incremento en el número de efectivos no responde al auge de la criminalidad en la zona, salvo que el vicepresidente segundo y el ministro del Interior entiendan que las protestas delante del chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero constituyan una amenaza para la integridad de sus propietarios. Los agentes se encargan de cubrir la calle del chalet, la urbanización completa y los aledaños.

Tras la llegada del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 y su pareja, la ministra de Igualdad, Galapagar registró aumentos considerables de inseguridad, pero -que nadie se engañe-, no fue esa la razón que llevó al Ministerio del Interior a reforzar la seguridad, sino la presencia de los nuevos vecinos.

Se da la circunstancia de que frente a la residencia de Pablo Iglesias han llegado a concentrarse más de medio centenar de agentes sin contar la policía de paisano o del CNI camuflados. La vivienda es un fortín. Se han producido varias detenciones y cientos de vecinos han recibido propuestas de sanción, incluso alguno se enfrenta a penas de cárcel después de que la pareja decidiera llevarle a los tribunales. La situación llegó al extremo  de que el Ministerio de Interior decidió cortar, incluso, la calle del chalet donde viven Iglesias y Montero, obligando a los vecinos a cambiar de ruta.

Pocas veces la residencia de un cargo público ha gozado de tanta protección. ¿Qué habría dicho Pablo Iglesias si durante el Gobierno del PP el domicilio de un miembro del Ejecutivo hubiera gozado de la protección que ahora tiene el vicepresidente segundo y su pareja? La respuesta a la pregunta es sencilla: simplemente habría afirmado que la «casta» se protege de las iras del pueblo utilizando a la Policía como si fuera de su propiedad. Y habría añadido: si quieren protección, que se la paguen ellos.

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