El escaparate de Madrid

El escaparate de Madrid
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Como han podido ustedes leer en estas mismas páginas, a lo largo de los últimos días y horas se ha ido desvelando la composición del nuevo Gobierno regional de Madrid. Una composición sumamente interesante, no tanto por Madrid en sí, sino por lo que puede significar para el conjunto de España.

Y es que a nadie escapa que algunos gobiernos autonómicos tienen algo de Gobierno central en miniatura, de Gobierno piloto, de Gobierno en la sombra. No en vano, en muchas ocasiones se han nombrado Ministros o Secretarios de Estado que fueron antes consejeros (como por ejemplo Isabel Celaá).

En el caso de Comunidades como Madrid, además, su Gobierno regional suele liderar nuevas políticas para toda España, de modo que las demás CCAA van copiando lo que se hace en Madrid a riesgo de que la gente huya a la capital (cfr. la política fiscal, que irá a más).

Así las cosas, se podría decir que Madrid es una miniatura o prototipo de lo que podría ser en el futuro el Gobierno del “Polo de la Libertad español” (es decir, la coalición de Gobierno PP+ Cs –permítanme esta “fabricación española con licencia italiana”-). Además de esto, Madrid es el escenario donde la competición entre ambos partidos se pondrá en juego.

Vistos los nombramientos, Ciudadanos parece querer mostrar que es un partido con capacidad de fichar profesionales del mercado como Manuel Giménez o Eduardo Sicilia; que es un partido que aspira a seguir nutriéndose de tránsfugas del bipartidismo como Ángel Garrido; y que quiere ofrecer una alternativa cultural a las izquierdas sin complejos, a lo cual responde el muy interesante fichaje de la nueva Consejera de Cultura Marta Rivera de la Cruz.

Por su parte, el PP parece querer mostrar que va a seguir dando sin complejos la batalla ideológica como en los mejores tiempos del aguirrismo (el nombramiento de Fernández Lasquetty es toda una declaración de intenciones); que sigue siendo un partido más sólido, con cuadros y cultura de partido, a lo cual sin duda responden Enrique Ossorio o María Eugenia Carballedo; y que sigue siendo un partido que canaliza la incorporación a la política de funcionarios conservadores como el propio Ossorio o Enrique López.

Tres elementos, los del PP, que tienen más peso político que los de C’s, por lo cual es de esperar que, unidos a la visibilidad de la Presidenta, el PP rentabilice más este Gobierno que C’s, por muy Vicepresidente portavoz que sea Aguado.

Ambos partidos podían haber usado como escenario de la alternativa Andalucía, que es la comunidad cuantitativamente más importante de las que Gobiernan. Pero han elegido Madrid, pues el escenario de la corte sigue teniendo un plus de visibilidad de la que carecen las periferias. A ello habría que unir el hecho de que, de las CCAA más importantes gobernadas por el PP, Madrid es la más afín al nuevo PP de Pablo Casado.

Atención por tanto a la CAM, pues en Madrid hay algo más que un Gobierno regional: hay un gobierno de centroderecha en la sombra.

 

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