¿Crees, Pedro, que los españoles se olvidarán de la inflación con tu numerito de la corbata?

¿Crees, Pedro, que los españoles se olvidarán de la inflación con tu numerito de la corbata?

La frivolidad en estado puro: el presidente del Gobierno nos ha ofrecido una de sus habituales perfomances, esas puestas en escena que caracterizan a un personaje que ha hecho de la fatuidad su forma de ejercer la política. Sánchez ha aparecido sin corbata en una rueda de prensa que ha sido la apoteosis de sí mismo. Según el jefe del Ejecutivo quitarse la corbata alivia el calor y, en consecuencia,  «todos podemos ahorrar desde el punto de vista energético» y ha pedido a los ministros y ministras «que, cuando no sea necesario, no utilicen la corbata». Con una inflación rozando el 11%, las palabras de Pedro Sánchez constatan que estamos delante de un necio. Su sobreactuación a cuenta de los beneficios que provoca quitarse la corbata servirá para que algunos distraigan su atención de los problemas graves y se centren bobaliconamente en la añagaza propagandística del jefe del Ejecutivo. ¡Como si quitarse la corbata solucionara la crítica situación que están sufriendo millones de españoles!

Lo del presidente del Gobierno es la quintaesencia de la nadería; la estupidez en estado puro. Con los precios desbordados, Sánchez se quita la corbata en un desesperado intento de que los españoles entren al capote de su impostado gesto, pero el lunes, con los españoles de vacaciones, el Consejo de Ministros aprobará las restricciones energéticas, un plan de «ahorro y eficiencia energética» ante el previsible recorte del suministro enérgético de Vladimir Putin. Lo cierto es que el numerito propagandístico de Sánchez sin corbata habrá servido para despistar a algún cándido, pero para la mayoría de los españoles su puesta en escena les habrá parecido lo que es: un ejercicio sublime de estulticia política. Y es que, bien mirado, ese es el problema de fondo: estamos gobernados por un frívolo que pretende resolver la gigantesca crisis que está golpeando a millones de familias apareciendo sin corbata. No se puede ser ser más presuntuoso.

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