La campaña de ‘agitprop’ se les va por el desagüe

La campaña de ‘agitprop’ se les va por el desagüe

La izquierda socialcomunista ha hecho el ridículo más espantoso. Su estrategia de agitación tratando de crear un clima de opinión que se tragara el  bulo del «peligro fascista» en Madrid ha fracasado de manera estrepitosa. La rastrera utilización partidista del envío de los sobres con amenazas se vino definitivamente abajo cuando se supo que el peligroso «fascista» que envió un sobre a la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, era un esquizofrénico, enfermo de cáncer, que vive en una situación de abandono. Adriana Lastra, Ángel Gabilondo, Pablo Iglesias y la misma ministra Maroto salieron en tromba para alertar a los madrileños de que había una suerte de conspiración de la «extrema derecha». Por su boca salieron gravísimas descalificaciones a Vox y al PP. Cuando la Policía, horas después, aclaró lo ocurrido, callaron. Un silencio revelador de que su operación de manipulación de la realidad había resultado un fiasco.

OKDIARIO ofrece hoy a sus lectores el testimonio de un familiar de ese enfermo mental al que el socialcomunismo quiso vilmente instrumentalizar acusándole de participar en un «plan fascista» para desestabilizar la democracia. El hombre que envió el sobre con la navaja a Reyes Maroto votó a Podemos y así se lo hizo saber a su familia. El hecho no tendría más importancia si no fuera porque quien trató de politizar el caso fue Pablo Iglesias, quien nada más conocer los hechos dijo que había que frenar al «fascismo». Al final, la estrategia de agitación socialcomunista ha terminado por los suelos. El final surrealista al burdo plan de la izquierda se traduce en que el enfermo mental estigmatizado por PSOE, Podemos y Más Madrid votó a Pablo Iglesias, lo que sitúa el asunto en la cima del absurdo.

La izquierda traspasó todas las líneas de la dignidad intentando fabricar una realidad virtual según la cual Madrid estaba bajo la amenaza de la «extrema derecha». Y la «extrema derecha» sobre la que alertó el socialcomunismo era, en realidad, un pobre hombre enfermo… votante de Podemos.

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